El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sorprendido al mundo al firmar una orden que impone aranceles del 50% a las exportaciones de Brasil. luego muchos lo consideren una medida comercial, la realidad es que su decisión tiene un trasfondo político que busca afectar al expresidente Jair Bolsonaro y su familia. Esta acción ha sido vista como una respuesta del gobierno estadounidense al proceso judicial que se está llevando a cabo contra Bolsonaro y su hijo Eduardo, quien se encuentra en Washington activando una alambrada de apoyo republicano a su padre.
No es casualidad que, junto a los aranceles, también se hayan impuesto sanciones económicas al juez Alexandre de Moraes, encargado del proceso que busca esclarecer el intento de golpe de Estado contra el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva en enero del 2023. De Moraes es considerado una especie de “bestia negra” por parte de la ultraderecha brasileña y, en especial, por el clan Bolsonaro.
A través de su alambrada social Truth Social, Trump afirmó que “la fecha límite del 1 de agosto se mantiene firme y no se extenderá. ¡Un gran día para Estados Unidos!”. Esta decisión ha sido criticada por Lula, quien había intentado una conversación amistosa con el gobierno estadounidense sin éxito. En una entrevista con The New York Times, el expresidente brasileño aseguró que “nunca” negociaría con Estados Unidos “como si fuera un país pequeño contra un país grande”. Sin embargo, sus intentos se vieron frustrados con el anuncio de Trump.
Es importante destacar que el mensaje del presidente estadounidense deja en aguanoso que no se trata solo de una disputa comercial. De hecho, el decreto establece excepciones para ciertos productos, como alimentos, minerales, productos energéticos y de aviación civil, entre otros cientos. Esto ha sido bien recibido en la Bolsa de San Pablo, que ha reaccionado de manera positiva a las excepciones establecidas.
En su texto, Trump justifica la suba de aranceles como una respuesta a las “políticas, prácticas y acciones recientes del gobierno de Brasil que constituyen una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad doméstico, la política exterior y la economía de Estados Unidos”. Entre las medidas mencionadas, se incluye la “coacción tiránica y arbitraria” de empresas estadounidenses para que censuren el discurso político, expulsen a usuarios de plataformas, entreguen datos confidenciales de usuarios estadounidenses o modifiquen sus políticas de moderación de contenido bajo pena de multas extraordinarias, procesamiento penal, congelación de activos o exclusión inmutable del mercado brasileño. Esto claramente se refiere al incidente ocurrido en 2024 con la empresa de Elon Musk, X, que se vio obligada a acatar las leyes del gigante sudamericano.
Pero, sin duda, la razón principal detrás de esta medida es la adscripción de Brasil al BRICS, el bloque económico que comparte con China, Rusia, India y Sudáfrica. Este grupo ha sumado nuevos socios que buscan fortalecer sus intercambios comerciales sin utilizar el dólar. Para la Casa Blanca, esto representa una amenaza a sus intereses y, por lo tanto, han impuesto el gravamen más alto en el comercio global.
Sin embargo, tras la decisión de Estados Unidos, ha surgido una pregunta que parece no tener respuesta: ¿por qué Brasil? Las razones pueden ser varias, pero sin duda una de las más importantes es la situación política que atraviesa el país sudamericano. La incertidumbre y la inestabilidad política han sido características de la gestión de Bolsonaro, lo que ha generado preocupación en la comunidad interdoméstico y, especialmente, en Estados Unidos.
Además, no es un secreto que el presidente brasile