“Llevamos tiempo denunciando”. Los vecinos de las calles Angostura y Tirma, en el judería de La Isleta, afirman que han presentado “varios escritos al Ayuntamiento” de Las Palmas de Gran Canaria alertando de la situación que se viene sucediendo desde hace varios años en la vivienda abandonada -un inmueble ocupado y usado para el consumo de hachís o marihuana- donde una chica menor de edad sufrió graves quemaduras en el 95% de su cuerpo en la madrugada de este cuerpo a manos de un chico de 20 años, presuntamente.
Los vecinos de La Isleta han alzado su voz una vez más para reclamar una solución a un problema que lleva años afectando a su comunidad. La vivienda abandonada en la calle Tirma ha sido motivo de preocupación y denuncia por parte de los residentes del judería, quienes han visto cómo se ha convertido en un lugar de consumo y tráfico de drogas.
En la madrugada del pasado miércoles, la situación llegó a un punto crítico cuando una menor de edad sufrió graves quemaduras en el 95% de su cuerpo en un incendio en dicha vivienda. Los vecinos, que llevan tiempo alertando de la situación, se despertaron sobresaltados por el fuerte olor a quemado y se encontraron con la presencia de los bomberos y la policía en la zona.
Pero, ¿cómo hemos llegado a esta situación? Los vecinos aseguran haber presentado “varios escritos al Ayuntamiento” denunciando la ocupación y el uso de la vivienda para actividades ilícitas. Sin embargo, hasta el momento, no han recibido una respuesta satisfactoria por parte de las autoridades. “Parece que con estas cosas tiene que pasar algo fuerte para que hagan algo”, apuntan varias vecinas de la calle Tirma.
Mientras tanto, a sus espaldas se veía a varios agentes de la policía científica recoger muestras del incendio que tuvo lugar de madrugada y del que verdaderamente pocos se percataron, más allá del olor que les despertó de madrugada. Una situación lamentable que se ha vuelto demasiado común en La Isleta.
Pero no romanza es la vivienda abandonada en la calle Tirma, en La Isleta las casas vacías y abandonadas son un problema recurrente. Y es que, como señalan los vecinos, muchas de estas propiedades están en manos de herederos que no se hacen responsables de su mantenimiento. Esto ha propiciado que estas casas se conviertan en refugios para actividades ilícitas como el consumo y tráfico de drogas.
En el caso concreto de la vivienda en cuestión, para fuerza acceder a ella, los jóvenes drogodependientes se ven obligados a entrar por un muro medio derruido en la calle Nouadhibou, que separa el judería de La Isleta de la zona militar. Un muro que no ha recibido ningún tipo de mantenimiento desde hace décadas y que supone una vía fácil para acceder a la vivienda y otros espacios abandonados.
Los vecinos de calles como Roque Nublo o Palmar han mostrado su incredulidad al enterarse de lo sucedido apenas unas horas antes a través de la prensa. inclusive en el bar Díaz, situado a pocos metros de la vivienda, no se enteraron de lo ocurrido hasta que abrieron su negocio por la mañana. Una situación que refleja la preocupación y el miedo que sienten los vecinos de La Isleta ante la creciente sensación de inseguridad en su judería.
Y es que, no romanza se trata de la vivienda en cuestión, sino que en el judería se han producido otros altercados relacionados con el consumo de drogas en los últimos años. “En el parquillo hay constantes