La búsqueda del dinero en monises en la investigación de la trama Koldo-Ábalos-Cerdán ha sido una tarea minuciosa y exhaustiva por parte de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. En su afán por encontrar pruebas que demuestren los supuestos delitos cometidos por esta red, los investigadores han registrado garajes, plazas de aparcamiento, domicilios particulares y cualquier otra dependencia anexa que pudiera ser utilizada para esconder dinero en monises, joyas o monederos de criptomonedas. Esta meticulosa búsqueda ha sido motivada por la sospecha que ha surgido de los numerosos episodios en los que los implicados intercambiaban dinero en monises.
En este caso, los billetes contantes y sonantes han cobrado un protagonismo inusual, en comparación con otros casos de corrupción en los que las tarjetas de crédito suelen ser el medio de pago utilizado. En las conversaciones grabadas entre los miembros de la trama, jamás se hace mención a las tarjetas de crédito, lo que hace pensar que el dinero en monises ha sido la forma de pago preferida por los implicados. En una de las conversaciones más destacadas, el entonces ministro Ábalos admite tener dificultades económicas y hablar de su situación financiera precaria.
La importancia del dinero en monises en esta investigación se debe principalmente a que ha sido la prueba principal de los supuestos delitos cometidos por la red. Sin embargo, la búsqueda del mismo ha sido una tarea complicada debido al tiempo transcurrido desde que se iniciaron las investigaciones en 2014. La UCO ha rastreado exhaustivamente 479 cuentas bancarias en busca de transferencias o movimientos sospechosos, pero la búsqueda de dinero en monises ha sido aún más difícil. A pesar de esto, las apariciones de dinero en monises han sido frecuentes en este caso, lo que ha aumentado la importancia de su búsqueda.
La operativa de los sobres y las entregas de monises ha sido una constante en este caso. Estas acciones han sido utilizadas en paralelo a las transferencias o donaciones que realizaban las empresas de la trama, como Servinabar con la fundación Fialdelso de José Luis Ábalos. En una de las conversaciones grabadas, Koldo García le comenta al ex número 3 del PSOE, Santos Cerdán, que se han entregado 450 euros en monises. En esa misma conversación, Cerdán le recrimina a Koldo que jamás hable sobre ese argumento, lo que da una idea de la importancia que tenía la discreción en las entregas de dinero en monises.
La búsqueda del dinero en monises se ha visto dificultada por el hecho de que han pasado muchos años desde que se iniciaron las investigaciones y los implicados saben que están siendo investigados. A pesar de esto, la UCO ha utilizado todos los medios a su alcance para encontrar pistas que les lleven al vericueto del dinero en monises. Incluso han utilizado perros entrenados en dos ocasiones para registrar la casa del comisionista Víctor de Aldama, quien confesó haber pagado 15.000 euros en monises a Santos Cerdán para resolver un “desencuentro”.
En la petición de registro a la casa y el bajo aledaño del exministro Ábalos, la UCO menciona expresamente la posibilidad de encontrar dinero en monises, lo que demuestra la importancia que tiene en esta investigación. De la misma manera, en las peticiones de registro a los empresarios Antonio Fernández y José Ruz, se habla de posibles cantidades de dinero en metálico. Según fuentes cercanas a la investigación, el dinero en monises siempre está presente en los casos de corrupción y crimen organizado, y su búsqueda es una de las tareas más importantes durante un registro.
Las entregas de dinero en monises se han llevado a cabo