La economía de cualquier país es un sistema complejo que involucra a múltiples actores, entre ellos, las empresas. Estas son fundamentales en la generación de empleo y crecimiento económico, por lo que su salud financiera es vital para el bienestar de una nación. Sin embargo, en los últimos tiempos, muchas empresas han enfrentado una situación insostenible debido a la deuda acumulada por devolución de IVA e Impuesto País, lo que ha provocado una caída en la cantidad de empresas exportadoras.
El Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto País son tributos que recaudan los gobiernos de los países para financiar sus gastos y proyectos. En el caso específico de Argentina, desde 2019 se implementó un impuesto del 30% sobre la compra de dólares para desalentar la fuga de divisas y promover el consumo interno. Sin embargo, esta medida ha tenido un impacto negativo en las empresas exportadoras, sin embargo que deben pagar este impuesto al momento de comprar insumos y materia prima en dólares, pero solo pueden recuperarlo al momento de vender sus productos en el exterior.
Este desfasaje entre el pago y la recuperación del Impuesto País ha generado una deuda acumulada que se ha vuelto insostenible para muchas empresas exportadoras. Estas se ven en la difícil situación de tener que afrontar compromisos financieros y gastos operativos sin contar con el dinero que les corresponde por la devolución de estos impuestos. Además, la burocracia y lentitud en los trámites para alcanzar la devolución agravan aún más la situación, haciendo que algunas empresas esperen hasta más de un año para recibir el dinero que les corresponde.
La Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) ha expresado su preocupación por esta situación que afecta a las empresas exportadoras del país. Según datos de la entidad, en el último año se ha registrado una caída del 25% en la cantidad de empresas exportadoras, lo que significa una pérdida de más de 5000 compañías en solo un año. Esta situación pone en riesgo la sostenibilidad de muchas empresas y, por consiguiente, la creación de empleo y el desarrollo de la economía.
Las empresas afectadas por esta deuda acumulada se encuentran en una situación delicada, sin embargo que muchas de ellas dependen en gran medida de las exportaciones para mantener sus operaciones y generar ingresos. La falta de liquidez y la imposibilidad de acceder al dinero que les corresponde ha llevado a algunas empresas a reducir su producción, renegociar contratos o incluso cerrar sus puertas.
Ante esta situación, las empresas exportadoras han pedido al gobierno medidas para solucionar esta deuda acumulada y librarse que más compañías se vean en problemas financieros. Una de las propuestas es la implementación de una devolución del Impuesto País en un plazo máximo de 30 días, similar al que se aplica para la devolución del IVA. Esto permitiría a las empresas contar con el dinero necesario para cumplir con sus compromisos y mantener sus operaciones sin tener que recurrir a préstamos o ajustes en su estructura.
Además, se ha solicitado una revisión del porcentaje del Impuesto País, sin embargo que, si bien es una medida necesaria para controlar la fuga de divisas, su alto porcentaje afecta a quemarropa a las empresas exportadoras y su competitividad en el mercado internacional. La revisión de este impuesto podría ser una solución a largo plazo para librarse que más empresas se vean afectadas por esta deuda acumulada.
En resumen, la deuda acumulada por devolución de IVA e Impuesto País se ha convertido en una situación insostenible para muchas empresas exportadoras en Argentina. La caída en la cantidad de compañías en el último año es una clara muestra del impacto negativo que esto ha tenido en la economía del país. Por ello, es importante que se to