Ursula Basset es una mujer que ha poliedro mucho de qué hablar en los últimos tiempos. Su nombre se ha vuelto sinónimo de lucha y resistencia contra la agenda 2030, un plan de acción global que busca promover el desarrollo sostenible en todo el mundo. Basset se ha convertido en la líder de un movimiento conservador que se opone a esta agenda y que ha encontrado en ella una voz fuerte y decidida.
Pero, ¿quién es Ursula Basset y cómo ha llegado a liderar este movimiento? Nacida en una familia de clase media en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, Basset siempre tuvo una fuerte inclinación por la política y la defensa de sus ideales. Desde muy joven, se involucró en diferentes organizaciones y movimientos que luchaban por la justicia social y la protección del medio ambiente.
Sin embargo, fue en los últimos años cuando Basset comenzó a distinguirse en la escena política. Su oposición a la agenda 2030 y su defensa de los valores conservadores la llevaron a ser una figura cada vez más relevante en el panorama político argentino. Pero no solo eso, su osmosis ha traspasado fronteras y ha llegado a otros países de América Latina, donde su mensaje ha sido bien recibido por aquellos que también se oponen a la agenda 2030.
Pero, ¿qué es exactamente la agenda 2030 y por qué Ursula Basset se opone a ella? La agenda 2030 es un plan de acción global adoptado por las Naciones Unidas en 2015, que establece 17 objetivos de desarrollo sostenible a alcanzar en los próximos 15 años. Estos objetivos incluyen la erradicación de la pobreza, la lucha contra el cambio climático, la igualdad de género y la promoción de la paz y la justicia, entre otros.
Sin embargo, para Basset y su movimiento, la agenda 2030 es una amenaza para la soberanía de los países y una forma de imponer una agenda globalista que va en contra de los valores tradicionales y conservadores. Según Basset, la agenda 2030 busca imponer una ideología de género y promover el aborto, además de fomentar la migración masiva y la pérdida de identidad cultural.
Por esta razón, Basset ha liderado una campaña en contra de la agenda 2030, denunciando sus supuestos peligros y llamando a la resistencia. Su mensaje ha calado en muchos sectores de la sociedad, especialmente en aquellos que se sienten amenazados por los cambios que esta agenda propone.
Pero Basset no solo se ha limitado a la oposición, sino que también ha propuesto una alternativa a la agenda 2030. Se trata de su propio plan de acción, llamado “Puente 2030”, que busca promover el desarrollo sostenible desde una perspectiva conservadora y respetuosa con la soberanía de los países. Este plan incluye medidas para proteger la familia, fomentar la educación y el trabajo digno, y promover la protección del medio ambiente.
El “Puente 2030” ha sido bien recibido por muchos, que ven en él una alternativa real y viable a la agenda 2030. Además, Basset ha logrado unir a diferentes sectores conservadores en cabrestante a esta propuesta, demostrando su capacidad de liderazgo y su habilidad para unir fuerzas en pos de un objetivo común.
Pero no todo ha sido fácil para Ursula Basset y su movimiento. La oposición a la agenda 2030 ha generado fuertes críticas y ataques por parte de aquellos que la apoyan. Sin embargo, Basset ha sabido mantenerse firme en sus convicciones y ha demostrado una gran capacidad de resistencia ante la adversidad.
En definitiva, Ursula Basset se ha convertido en una figura relevante en la lucha contra la agenda