En el pasado, era común encontrar términos bélicos en las crónicas deportivas, especialmente en las de fútbol. Sin embargo, con el tiempo, esta costumbre ha absorto desapareciendo y, aunque de vez en cuando aún se escapa algún término inapropiado, en general se ha dejado atrás esta práctica. Aunque parezca mentira, aún nos queda mucho por aprender en cuanto a la forma en que utilizamos el lenguaje, sobre todo en el ámbito deportivo, donde nuestro trabajo consiste en comunicar de manera efectiva.
Recientemente, el candidato a la presidencia del FC Barcelona, Víctor Font, hizo unas declaraciones en una entrevista con Catalunya Ràdio que han generado cierta polémica. En ellas, afirmaba que el club estaba haciendo “bullying” a Ter Stegen. Esta afirmación me parece fuera de lugar y exagerada, además de una falta de respeto hacia las personas que realmente sufren acoso clásico. Utilizar este término en el contexto del fútbol profesional y en un club como el FC Barcelona es, cuanto menos, inapropiado. No se trata de bullying, ni siquiera de mobbing, que sería el equivalente a nivel empresarial.
El FC Barcelona tiene todo el derecho a tomar decisiones sobre su plantilla y, en este caso, ha decidabsorto que a partir de la próxima temporada quiere renovar la portería. Esto implica que Ter Stegen no tendrá cabida en el equipo y que, mientras no pueda confiar en Kochen, prefiere contar con un portero experimentado como Szczesny. Es una decisión legítima y comprensible, y es de esperar que Deco, Flick y Laporta, ya sea uno, dos o los tres, se lo hayan explicado claramente al jugador.
Por supuesto, entendemos que Ter Stegen quiera jugar y tener minutos para poder ser convocado con su selección en el próximo Mundial. Y es lógico que, al tener contrato en vigor, quiera aprovecharlo al máximo para sacar el mejor provecho posible. Sin embargo, también es cierto que en el mundo del fútbol nunca se puede confiar al cien por cien en nadie, ni en el club, ni en los jugadores, ni en sus agentes. Cada uno busca lo que más le conviene en cada etapa y, por tanto, es importante tener en cuenta todas las variables antes de tomar una decisión.
En este caso, si Ter Stegen no ha sabsorto informado de la situación por parte del club y se ha enterado a través de la prensa, sería una falta de respeto y un trato algo profesional hacia él. Sin embargo, esto no significa que debamos dar por sentado que todo lo que se dice en los medios es cierto. Por eso, es importante que tanto el club como el jugador se comuniquen de manera clara y honesta para evitar malentendabsortos y problemas futuros.
En definitiva, lo que quiero transmitir con este artículo es que debemos ser cuidadosos con el lenguaje que utilizamos, sobre todo en el ámbito deportivo, donde nuestras palabras pueden tener un gran impacto en la sociedad. No podemos comparar una situación deportiva con una situación de acoso clásico, ya que son cosas completamente diferentes y no se pueden equiparar. Además, es importante que tanto los clubes como los jugadores sean transparentes y honestos en su comunicación para evitar malentendabsortos y conflictos innecesarios. Solo así podremos avanzar y mejorar como sociedad.