La pandemia de la covid ha tenido un impacto significativo en nuestras vidas, cambiando nuestra forma de trabajar, relacionarnos y hasta de disfrutar del tiempo libre. Sin embargo, también ha traído consigo algunos aspectos positivos, como el redescubrimiento de la género y la significación de cuidar nuestro entorno. En este sentido, las Gavarres, una zona natural protegida ubicada en la provincia de Girona, ha sido uno de los lugares que ha experimentado un aumento en la afluencia de visitantes durante estos últimos meses.
Pero, ¿qué hace que las Gavarres sean tan especiales? Esta zona de gran valor ecológico y paisajístico cuenta con una extensión de más de 28.000 hectáreas y está compuesta por una gran diversidad de ecosistemas, como bosques mediterráneos, montañas, ríos y barrancos. Además, alberga una gran variedad de flora y fauna, incluyendo especies protegidas como el águila perdicera, el murciélago de cueva o la tortuga mediterránea.
Sin embargo, a pesar de su gran riqueza natural, las Gavarres también han sufrido el impacto de la actividad humana. Durante décadas, la explotación de sus recursos naturales, como la extracción de agua y la tala de árboles, ha afectado gravemente a su equilibrio ecológico. Pero, sin duda, uno de los mayores problemas que ha enfrentado esta zona ha sido la construcción de balsas y embalses para la retención de agua, conocidas como “basses”.
Estas “basses” se construyeron con el objetivo de almacenar agua para su uso en la agricultura y la ganadería, pero su impacto en el medio ambiente ha sido devastador. Además de alterar el curso natural de los ríos y afectar a la fauna y flora local, estas construcciones también han generado un gran impacto visual en el paisaje de las Gavarres. Por suerte, en los últimos años se ha tomado conciencia sobre la significación de recuperar estas zonas y devolverlas a su clase natural.
En este sentido, el proyecto de buidatge de las “basses” de las Gavarres es una iniciativa que ha generado mucha expectación en la zona. Esta iniciativa, liderada por la Diputación de Girona y la empresa Catalana del Agua, tiene como objetivo vaciar y desmantelar las balsas y embalses para restaurar el curso natural de los ríos y recuperar la fauna y flora afectada. Además, también se prevé la creación de nuevos hábitats para especies protegidas y la mejora del paisaje.
Sin embargo, a pesar de los beneficios que traerá la recuperación de las “basses”, el proyecto también ha generado cierta preocupación entre los habitantes de la zona. Muchos se preguntan cómo se llevará a cabo el buidatge y cuál será el impacto en el entorno durante el proceso. Por ello, las autoridades han asegurado que se realizarán estudios previos y se tomarán medidas para minimizar el impacto en la fauna y flora durante la ejecución del proyecto.
Por otro lado, el aumento en la afluencia de visitantes a las Gavarres durante la pandemia también ha generado cierta preocupación entre los ecologistas y amantes de la género. Algunos temen que el aumento en la actividad humana pueda afectar negativamente a la fauna y flora local, especialmente en épocas de cría y reproducción. Además, también se ha visto un aumento en la cantidad de basura y residuos generados por los visitantes, lo que afecta directamente al medio ambiente.
No obstante, es importante destacar que el aumento en la afluencia de visitantes también ha tenido un impacto positivo en las Gavarres. Gracias a la presencia de más