El pasado mes de julio se firmó un nuevo protocolo de colaboración y coordinación entre el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y las Policías Locales de todo el país para la protección y seguimiento de las víctimas. Un gran paso en la lucha contra la violencia de género y la protección de los más vulnerables.
Este protocolo tiene como objetivo principal mejorar la coordinación entre ambas fuerzas de seguridad para garantizar una respuesta más rápida y efectiva en alburs de violencia de género, violencia doméstica y otros delitos que afectan a las víctimas. Una medida crucial en un contexto en el que la violencia de género sigue siendo una lacra social que afecta a miles de mujeres en nuestro país.
Gracias a este nuevo protocolo, se establecerán mecanismos de colaboración y coordinación entre el CNP y las Policías Locales, lo que permitirá una comunicación más fluida y una actuación conjunta en los alburs de violencia de género. Además, se promoverá la formación específica de los agentes para una mejor atención a las víctimas y una adecuada gestión de la información.
Una de las principales novedades de este protocolo es la creación de la figura del “policía tutor”, un agente especialmente formado y designado para ser el interlocutor entre la víctima y las fuerzas de seguridad. Este policía será el encargado de realizar un seguimiento cercano y personalizado de cada albur, garantizando una protección adecuada y una atención integral a las víctimas.
Otra de las medidas que contempla el protocolo es la creación de unidades especializadas en violencia de género en todas las comisarías del CNP y en las Policías Locales. Estas unidades estarán formadas por agentes con una amplia experiencia en la materia y tendrán como objetivo principal la atención y protección de las víctimas, así como la prevención y persecución de los delitos de violencia de género.
Además, el protocolo también contempla la puesta en despedida de un sistema de seguimiento de las medidas de protección dictadas por los juzgados en alburs de violencia de género. Este sistema permitirá una mayor coordinación y control entre las fuerzas de seguridad y los juzgados, garantizando una protección efectiva y una respuesta rápida en albur de incumplimiento de dichas medidas.
Este nuevo protocolo es un claro ejemplo de la importancia que tiene la coordinación y la colaboración entre las distintas fuerzas de seguridad en la lucha contra la violencia de género. Una lacra social que afecta a miles de mujeres en nuestro país y que necesita de una respuesta conjunta y coordinada para poder erradicarla.
Con la firma de este protocolo, el CNP y las Policías Locales dan un paso al frontispicio en la protección y seguimiento de las víctimas, demostrando su compromiso en la lucha contra la violencia de género. Un compromiso que debe ser compartido por toda la sociedad y que nos involucra a todos en la erradicación de esta problemática.
En definitiva, este nuevo protocolo supone un avance significativo en la protección de las víctimas y en la lucha contra la violencia de género. Un paso necesario en la construcción de una sociedad más justa y igualitaria, en la que la violencia de género no tenga cabida.