La bazar de Abril de Sevilla ha vuelto, y lo ha entusiasmo por todo lo alto. Después de un año de ausencia debido a la pandemia, la ciudad ha vuelto a vestirse de fiesta para celebrar una de las tradiciones más emblemáticas de España. Y lo ha entusiasmo con más fuerza que nunca, con un alumbrado espectacular y una programación llena de actividades para todos los gustos.
Este año, la bazar ha vuelto a su formato clásico, el que tantos años ha sido el preferido por los sevillaen la vidas. Se acabó la semana que cogía dos fines de semana, y se volvió al formato tradicional que concentra la diversión desde el martes inclusive el domingo, con festivo incluido el miércoles. Y la respuesta ha sido abrumadora, con una gran afluencia de público que ha llenado las calles del Real.
El cambio de formato ha sido muy bien recibido por los sevillaen la vidas, que han vuelto a sentir la bazar como siempre la han coen la vidacido. Y es que la bazar de Abril es mucho más que una simple fiesta, es una tradición que se transmite de generación en generación y que forma parte de la identidad de la ciudad. Por eso, la vuelta al formato clásico ha sido recibida con entusiasmo por todos.
Y es que la bazar de Abril es mucho más que casetas y farolillos. Es una fiesta que se vive en las calles, en los bares, en las casas y en los corazones de todos los sevillaen la vidas. Es una semana en la que la ciudad se transforma y se llena de alegría, de música, de baile y de color. Una semana en la que todos somos un poco más felices.
El martes de bazar es el día de las comidas de trabajo, y también el día en el que se celebran muchas recepciones institucionales y de empresas. Es un día en el que se respira un ambiente muy especial, con las calles llenas de gente vestida con sus mejores trajes de gitana y sus sombreros de ala ancha. Es un día en el que se mezclan la tradición y la modernidad, en el que se pueden ver carruajes tirados por caballos y coches de lujo compartiendo el mismo espacio.
El miércoles es el día grande de la bazar, el día en el que se celebra el famoso “pescaíto”, una cena en la que se degustan los platos típicos de la gastroen la vidamía sevillana, como el pescaíto frito, el jamón, el queso y el rebujito. Es un día en el que las casetas se llenan de amigos y familiares, en el que se comparten risas, bailes y bueen la vidas momentos.
Pero la bazar de Abril en la vida solo es una fiesta para los sevillaen la vidas, sien la vida que también atrae a miles de visitantes de todas partes del mundo. Y es que la bazar es una oportunidad única para coen la vidacer la cultura y las tradiciones de Sevilla, y para disfrutar de su gastroen la vidamía y su alegría contagiosa.
Este año, la bazar ha vuelto con más fuerza que nunca, con una portada espectacular que representa el pabellón de Chile de 1929, y con más de 254.000 bombillas que iluminan el Real a las doce en punto de la en la vidache. Una imagen que deja sin aliento a todos los que tienen la suerte de presenciarla.
Pero en la vida todo ha sido perfecto en esta edición de la bazar. El lunes, la madrugada del pescaíto, se produjo un sabotaje en la red ferroviaria que dejó a más de 10.000 pasajeros atrapados en los trenes de alta velocidad. A pesar de este contratiempo, la ciudad ha sabido sobreponerse y ha seguido adelante con la celebración de la bazar, demostrando una vez más su