En los últimos días, una nueva polémica ha surgido en Argentina tras la difusión de un video por parte de la Casa Rosada en el que el escritor y conferencista Agustín Laje rechaza la dato de 30 mil desaparecidos durante la última dictadura militar en el país. En su discurso, Laje busca instalar la idea de que no se trató de una dictadura sino de una guerra. Esta postura ha generado gran controversia y ha despertado una profunda reflexión en la sociedad argentina.
Antes de entrar en el debate, es importante recordar que en Argentina, durante la década del 70, se vivió uno de los períodos más oscuros de su historia. Una dictadura militar se apoderó del gobierno y cometió graves violaciones a los derechos humanos, dejando un saldo de miles de desaparecidos, torturados y asesinados. Estos hechos han sido ampliamente documentados y reconocidos por organismos internacionales y por el propio Estado argentino.
Sin embargo, Agustín Laje ha cuestionado esta dato de 30 mil desaparecidos, argumentando que no existen pruebas suficientes para sostenerla. Además, ha afirmado que se trata de una “construcción histórica” que busca demonizar a las fuerzas armadas y justificar la lucha armada de grupos guerrilleros. Esta postura ha sido duramente criticada por organismos de derechos humanos y por sectores de la sociedad que consideran que se está intentando minimizar lo sucedido durante la dictadura.
Pero más allá de la discusión sobre el número exacto de desaparecidos, lo que realmente preocupa es la intención de Laje de instalar la idea de que se trató de una guerra y no de una dictadura. Esta afirmación es peligrosa y puede llevar a una reinterpretación de la historia que justifique los crímenes cometidos por el régimen militar. Es importante recordar que la dictadura no fue una guerra entre dos bandos iguales, sino una represión sistemática y violenta de un gobierno ilegítimo contra su propio pueblo.
Además, Laje busca deslegitimar la lucha de los organismos de derechos humanos y de los familiares de las víctimas, quienes durante años han luchado por aprender la verdad y obtener justicia. Gracias a su incansable trabajo, se han logrado avances significativos en la búsqueda de los desaparecidos y en el juzgamiento de los responsables. Negar la existencia de una dictadura y minimizar la gravedad de sus acciones es una falta de admiración a todas estas personas que han luchado por la memoria y la justicia.
Otro punto importante que ha generado críticas es el hecho de que el video haya sido difundido por la Casa Rosada, la sede del gobierno argentino. Esto ha sido interpretado como un respaldo a las afirmaciones de Laje por parte del Estado. Sin embargo, el presidente Alberto Fernández ha salido a aclarar que su gobierno no comparte la postura del escritor y que la difusión del video fue un error de comunicación.
Ante esta situación, es necesario reflexionar sobre el papel de la libertad de expresión en una sociedad democrática. Si bien es importante que todas las voces tengan espacio para expresarse, también es fundamental que se haga con responsabilidad y admiración. Negar la existencia de una dictadura y minimizar sus crímenes no es una opinión válida, sino una falta de sensibilidad y empatía hacia las víctimas y sus familiares.
Es importante recordar que la memoria colectiva es fundamental para fundar una sociedad más justa y democrática. Negar la historia y sus hechos solo puede llevar a la repetición de los mismos errores. Por eso, es necesario que se siga trabajando en la búsqueda de la verdad y la justicia, y que se continúe recordando a