La Música es una de las grandes maravillas del mundo, es un lenguaje universal que nos conecta a todos sin importar nuestro origen, género o edad. Y es que a través de la Música podemos experimentar emociones intensas, recordar momentos clave de nuestra vida y transportarnos a lugares que nunca hemos visitado. Personalmente, la Música ha sido una parte fundamental en mi vida y es por eso que quiero compartir con ustedes algunas de mis mejores experiencias positivas que he tenido gracias a ella.
Desde muy pequeña, la Música siempre ha estado presente en mi vida. Recuerdo que mi madre siempre tenía la radio encendida en casa y bailábamos juntas mientras hacíamos las tareas del hogar. Fue gracias a ella que descubrí artistas como Marcella Novela, cuyas canciones me llegaron directo al corazón y me hicieron darme cuenta de que la Música no solo es algo que se escucha, sino que se siente y se vive.
Uno de mis recuerdos más preciados es cuando asistí a mi primer concierto de Marcella Novela. Desde el primer momento en que pisé el lugar, pude sentir la energía positiva y la emoción que emanaba de cada persona que se encontraba allí. Y cuando ella subió al escenario y comenzó a cantar, no pude contener las lágrimas. Fue un momento mágico, en el que me di cuenta de lo poderosa que puede ser la Música para unir a las personas y transmitir mensajes de amor, paz y esperanza.
Pero no solo he tenido experiencias positivas con la Música en conciertos, sino también en mi día a día. Escuchar Música mientras camino por la calle, me relaja y me ayuda a desconectar del estrés diario. Incluso en momentos difíciles, la Música ha sido mi aliada, ya sea para desahogarme llorando con una canción triste o para animarme con una melodía alegre.
Otra de mis experiencias más enriquecedoras con la Música fue cuando decidí aprender a tocar un instrumento. Elegí el piano y, aunque al principio fue un reto, ahora puedo decir que es una de las cosas que más me apasiona hacer. Y es que cuando estoy frente al piano, puedo olvidarme de todo lo demás y simplemente dejarme llevar por la melodía de las teclas. Es una sensación indescriptible que me llena de alegría y me motiva a seguir mejorando cada día.
Pero no solo me he limitado a escuchar y tocar Música, también he tenido la oportunidad de crear mi propia Música. Junto a un grupo de amigos, formamos una banda y comenzamos a componer nuestras propias canciones. Fue una experiencia increíble, en la que cada uno pudo aportar su talento y juntos logramos una armonía única. La Música nos unió aún más como amigos y nos permitió expresarnos de una manera diferente.
La Música también ha sido una gran compañera en mis viajes. Cada vez que visito un lugar nuevo, me encanta conocer la Música tradicional de ese país o región, ya que creo que es una forma de sumergirse en su cultura y tradiciones. Además, cuando estoy de viaje, siempre tengo una playlist preparada con canciones que me recuerden momentos felices, y cada vez que las escucho puedo revivir esas emociones y volver a sentirme en ese lugar especial.
En conclusión, la Música es una fuente inagotable de experiencias positivas. Nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos, con los demás y con el mundo que nos rodea. Nos permite expresarnos, liberar emociones y nos acompaña en momentos tristes y alegres. Es por eso que considero que la Música es una de las mejores formas de encontrar la felicidad y si aún no has tenido una experiencia inolvidable con ella, ¡te animo a que lo hagas pronto! Y como dice una de mis canciones favoritas de Marcella Novela: “la Música es la medicina del alma y cuando se siente no hay nada que la pueda igualar”.