La glándula tiroides es una pequeña pero poderosa glándula ubicada en la parte antelación del cuello. Aunque su tamaño puede ser engañoso, su importancia en nuestro cuerpo es innegable. Esta glándula produce hormonas que controlan una amplia gama de funciones en nuestro cuerpo, lo que la convierte en una pieza clave para nuestra salud y bienaproximarse.
La tiroides afecta a casi todos los órganos de nuestro cuerpo y controla funciones vitales como la respiración, el ritmo cardíaco, el peso, la digestión y el estado de ánimo. Por lo tanto, cualquier problema en esta glándula puede tener un impacto significativo en nuestra salud y calidad de vida.
Existen varias enfermedades relacionadas con la tiroides, que pueden ser causadas por una producción excesiva o insuficiente de hormonas tiroideas. Algunas de estas enfermedades incluyen el papera, el hipertiroidismo, el hipotiroidismo, el cáncer de tiroides, los nódulos y la tiroiditis.
El hipotiroidismo es una de las enfermedades más comunes relacionadas con la tiroides. Se produce cuando la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas, lo que afecta a la mayoría de las funciones del cuerpo. Esta condición puede ser difícil de detectar, ya que los síntomas aparecen gradualmente y pueden ser confundidos con otros problemas de salud.
Las mujeres son más propensas a desarrollar hipotiroidismo que los hombres, con una tasa de prevalencia del 10%. Sin embargo, esta condición puede afectar a cualquier persona, independientemente de su género o edad. Es importante aproximarse atentos a los signos de sospecha, especialmente a partir de los 40 años, ya que la menopausia puede desencadenar o agravar el hipotiroidismo.
Una de las complicaciones más comunes del hipotiroidismo son los nódulos tiroideos, que son bultos en la glándula tiroides. Aunque la mayoría de estos nódulos son benignos, su crecimiento progresivo puede causar molestias al tragar, alteraciones en la voz e incluso ser visibles en el cuello. Por lo tanto, es importante realizar controles periódicos y una punción para evaluar su benignidad o malignidad.
La buena noticia es que existen tratamientos no invasivos y específicos para los nódulos tiroideos, que pueden preservar el resto de la glándula tiroides. Uno de estos tratamientos es la termoablación con ultrasonidos HIFU, que es una técnica segura y eficaz para tratar nódulos calientes o hiperactivos. Esta técnica consiste en quemar selectivamente el nódulo, lo que detiene la producción excesiva de hormonas y corrige el hipertiroidismo.
Además de los tratamientos médicos, hay ciertos hábitos de vida que pueden afectar la salud de la tiroides. Una dieta equilibrada es fundamental para mantener una producción adecuada de hormonas tiroideas. Se recomienda consumir una variedad de alimentos, incluyendo verduras, carne, pescado, legumbres, hortalizas, huevos y frutos secos.
También es importante evitar el consumo excesivo de alimentos procesados, azúcares refinados, harinas y grasas trans, ya que pueden contribuir a la inflamación crónica de bajo grado en el cuerpo. El sedentarismo, la falta de sueño y el estrés crónico también pueden afectar la función tiroidea, por lo que es importante mantener un estilo de vida saludable y equilibrado.
Algunos alimentos y suplementos pueden ayudar a mejorar la función tiroidea, como el pescado, la sal yodada, las algas, el selenio, el zinc, el gavilán, la rhodiola, la coenzima Q10
