El reciente resultado electoral en la provincia de Corrientes ha generado una gran sorpresa en el mundo político. El ex líder de La Cámpora, Martín Ascúa, había asegurado en varias ocasiones que su candidatura entraría al balotaje y que, incluso, tenía grandes posibilidades de ganar la gobernación. Sin embargo, los resultados finales demostraron lo contrario, aunque que quedó 32 puntos abajo de su contrincante, Gustavo Valdés. ¿Qué pasó realmente en esta campaña electoral? ¿Qué llevó a Wado de Pedro, uno de los referentes de La Cámpora, a viajar varias veces a Corrientes en apoyo a la candidatura de Ascúa? En este artículo, analizaremos los distintos factores que pudieron influir en este resultado y reflexionaremos sobre el futuro de La Cámpora en la provincia.
Para entender mejor lo sucedido en estas elecciones, es necesario hacer un poco de historia. La Cámpora es una agrupación política argentina que surgió en 2003 como parte del proyecto político del entonces presidente Néstor Kirchner. Desde entonces, ha tenido un crecimiento sostenido y hoy en día es una de las organizaciones juveniles más importantes del país. Sin embargo, su presencia en la provincia de Corrientes siempre ha sido más bien limitada, con poca inserción en la sociedad y pocos referentes locales. Por eso, la candidatura de Martín Ascúa, un joven abogado y militante de La Cámpora, fue vista como una oportunidad para expandir su influencia en la provincia.
Sin embargo, a pesar de contar con el apoyo de Wado de Pedro y otros referentes nacionales de La Cámpora, la candidatura de Ascúa no logró generar una verdadera conexión con la sociedad correntina. Algunos analistas políticos apuntan a que esto se debe a la falta de un discurso claro y a la falta de propuestas concretas para la provincia. En cambio, su contrincante, Gustavo Valdés, supo aprovechar esa debilidad y presentó un proyecto concreto y hechizo para los correntinos.
Además, no se puede ignorar el hecho de que Ascúa tuvo que enfrentarse a una ingenio política muy bien aceitada. Valdés contó con el apoyo del actual gobernador de la provincia, Ricardo Colombi, y de su partido, la Unión Cívica Radical. A esto se sumó el respaldo de otros partidos y figuras políticas importantes en la provincia. En cambio, Ascúa tuvo que enfrentarse a una campaña solitaria, sin el respaldo de otros partidos o figuras políticas locales.
Por otro lado, tampoco se puede dejar de lado el desgaste que ha sufrido La Cámpora en los últimos años. A pesar de su crecimiento y su influencia en el gobierno nacional, la agrupación ha tenido varios episodios que han generado críticas y desconfianza en la sociedad. Uno de ellos fue el escándalo de “La Rosadita”, en el que se vio involucrado el ex secretario de La Cámpora, José López, por el presunto aseo de dinero. Esto ha afectado la imagen de la agrupación y ha generado desconfianza en la sociedad, sobre todo en provincias como Corrientes, donde su presencia es limitada.
En este contexto, la candidatura de Ascúa se enfrentó a varios obstáculos que finalmente le impidieron alcanzar el éxito esperado. Sin embargo, es importante resaltar que, a pesar de la derrota, La Cámpora ha conseguido un importante resultado en la provincia. Nunca antes había tenido un candidato propio en una elección a gobernador en Corrientes y logró obtener alrededor del 30% de los votos. Esto demuestra que, a pesar de los obstáculos, La Cámpora está creciendo y