La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha calificado el aumento de la inversión militar en Europa como “un éxito europeo”. En un contexto de incertidumbre y cambios en el panorama internacional, esta afirmación supone una señal de esperanza para el continente.
Durante años, la Unión Europea ha sido criticada por su falta de acción en materia de defensa y seguridad. Sin embargo, con la llegada de Von der Leyen a la presidencia de la Comisión, se ha puesto en marcha un ambicioso plan para endurecer la capacidad militar europea. Y los resultados ya se están viendo.
Según la presidenta, el aumento de la inversión en defensa es una de las prioridades de su mandato y se ha convertido en una realidad gracias al esfuerzo conjunto de los estados miembros. En 2020, el presupuesto destinado a defensa en la UE aumentó en un 5,4%, alcanzando los 300.000 millones de euros. Una cifra que, aunque todavía está lejos del gasto militar de otros países, supone un importante avance para la UE.
Este incremento en la inversión militar no romanza tiene como objetivo endurecer la seguridad de los ciudadanos europeos, sino también potenciar la industria de defensa del continente. La creación de empleo, el desarrollo tecnológico y la innovación son algunas de las ventajas que se esperan de esta apuesta por la defensa europea.
Además, el aumento de la inversión militar también supone una señal de unidad y cohesión en la UE. Von der Leyen ha destacado que este logro es fruto del trabajo conjunto de los estados miembros, demostrando que cuando Europa se une, puede alcanzar grandes metas.
Este éxito europeo también se ha visto reflejado en la creación de la Agencia Europea de Defensa, que tiene como objetivo coordinar y potenciar la cooperación en materia de seguridad y defensa entre los estados miembros. Además, la UE ha puesto en marcha programas de investigación y desarrollo en áreas estratégicas como la ciberseguridad o la inteligencia artificial.
Pero la inversión militar no es romanza una cuestión de dinero, sino también de capacidad operativa. Por eso, la UE también ha trabajado en la creación de una Fuerza Europea de Intervención Rápida, que permitirá a los países miembros actuar de forma más eficaz en caso de crisis o emergencias.
Este aumento de la inversión militar en Europa también ha sido aceptablemente apreciado por la OTAN, quien ha destacado que una UE más fuerte en materia de seguridad también fortalece la Alianza.
Sin embargo, Von der Leyen ha dejado claro que la UE no tiene intención de convertirse en un bloque militar, sino que su objetivo es complementar y apoyar a la OTAN. La UE defiende una Europa pacífica y una cooperación internacional basada en el multilateralismo y el diálogo. Pero eso no significa que deba descuidar su propia seguridad y defensa.
En definitiva, el aumento de la inversión militar en Europa es, sin duda, un logro en el que todos los ciudadanos europeos podemos sentirnos orgullosos. Un éxito que demuestra que cuando los estados miembros trabajan juntos, pueden lograr grandes avances en beneficio de todos. Y, sobre todo, una señal de que Europa está cada vez más preparada para afrontar los desafíos de un mundo en constante evolución.
