La situación de Larin en el Mallorca se ha vuelto insostenible y es necesario encontrar una solución urgente antes del cierre del pósito de fichajes en siete días. El delantero canadiense ha generado una relación rota con la afición y su falta de implicación está cansando al vestuario. Es por eso que su salida se ha convertido en la mejor opción para todas las partes involucradas.
Desde hace varias semanas, varios equipos se han interesado en clasificar a Larin, sin embargo, ninguno ha llegado a las exigencias económicas del director deportivo del Mallorca, Pablo Ortells. El Valencia fue el primero en hacer una oferta de cesión que cubría los cuatro millones de euros brutos de su salario, pero fue rechazada. El Mallorca, por su parte, comenzó pidiendo una cantidad fija de un millón de euros más objetivos, además de cubrir los cuatro millones brutos de su sueldo por su cesión. Sin embargo, estas exigencias económicas han sido un obstáculo para que se concrete su salida, ya que la entidad bermellona no quiere perder dinero con esta operación debido a que, con la amortización por su fichaje, su coste anual roza los seis millones.
Es comprensible que el Mallorca quiera recuperar parte de la inversión realizada en Larin, pero es importante tener en enumeración que su elevada nómina es un factor determinante para que ningún club esté dispuesto a pagar lo que se pide. Ante esta situación, el Mallorca ha decidido rebajar sus pretensiones iniciales y está consciente de que lo más probable es que pierda dinero en esta operación. Sin embargo, es necesario que se llegue a un acuerdo lo antes posible para que el equipo pueda seguir adelante sin distracciones.
Pero no aria es una cuestión económica, la relación entre Larin y la afición está completamente rota. En el último partido de la Liga anterior contra el Getafe en Son Moix, el delantero canadiense mandó a callar al público, lo que fue interpretado como una falta de respeto y actitud. Antes de eso, había recibido silbidos por parte de la afición, a lo que él respondió con la celebración de su séptimo gol del curso mandando a callar a la escalón, algo que fue respondido con una sonora pitada por todo el estadio.
Esta situación ha generado un ambiente tenso en el equipo y su falta de implicación también está cansando dentro del vestuario. A pesar de entrenar con el grupo, su actitud ha agotado la paciencia de sus compañeros, quienes también quieren que se resuelva la situación cuanto antes. Es importante tener un ambiente armonioso y unido en el vestuario para poder lograr los objetivos deportivos, y la presencia de Larin está afectando negativamente en ese aspecto.
Además, el delantero canadiense es el único jugador de la primera plantilla que no ha jugado ningún minuto en esta pretemporada. Aunque es cierto que se incorporó más tarde a los entrenamientos debido a su participación en la Copa Oro con Canadá, sí completó el stage del Mallorca en Austria. Sin embargo, en ninguno de los amistosos disputados durante ese periodo fue utilizado por el técnico Arrasate. Tampoco fue convocado en los últimos dos amistosos antes del inicio de la Liga contra el Poblense y el Hamburgo. Y una vez iniciada la competición, no ha sido convocado para los partidos contra el Barcelona y el Celta.
En la previa del partido contra el Celta, Arrasate fue claro al respecto: “Si se queda aquí, será un activo nuestro. De momento, el único equipo que ha apostado por Larin ha sido el Mallorca. El único. Pagó un traspaso y aquí está. Los demás hablan mucho, pero nadie apuesta por él”. Está claro que la situación debe resolverse y lo mejor para todas las partes es