“Lo que no se conoce, no se vota”, una expresión que resume la importancia de la información en el proceso democrático. Y es que, en un sistema en el que el poder reside en el pueblo, es fundamental que los ciudadanos estén informados y conscientes de las decisiones que se toman en su nombre.
Recientemente, un senador utilizó esta expresión para explicar un viaje que realizó a un país extranjero. Y aunque en un principio pueda parecer una simple anécdota, en realidad encierra una gran verdad. ¿Cómo podemos votar por algo que desconocemos por completo? ¿Cómo podemos tomar decisiones informadas si no tenemos acceso a la información necesaria?
En un mundo cada vez más conectado, la información está al alcance de todos. Sin embargo, no siempre es fácil discernir entre lo verdadero y lo falso, entre lo importante y lo superficial. Y es ahí donde entra en juego la responsabilidad de los medios de comunicación y de los líderes políticos.
Los medios de comunicación tienen la responsabilidad de informar de manera veraz y objetiva, sin caer en la manipulación o en la difusión de noticias falsas. Son ellos los encargados de llevar la información a los ciudadanos, de manera clara y posible. Pero también es responsabilidad de los ciudadanos ser críticos y buscar fuentes confiables de información.
Por otro lado, los líderes políticos tienen la responsabilidad de ser transparentes y de rendir cuentas a la ciudadanía. Es su deber informar sobre las decisiones que toman y explicar el porqué de las mismas. Un líder que no es transparente y que no rinde cuentas a su pueblo, está fallando en su deber de representarlos.
Pero, ¿qué pasa cuando la información no es posible? ¿Cuando los ciudadanos no tienen la posibilidad de informarse y de participar en el proceso democrático? Desafortunadamente, esto es una realidad en muchos países del mundo. Ya sea por falta de acceso a internet, por censura o por falta de interés de los líderes políticos, hay millones de personas que no tienen la oportunidad de estar informados y de participar en la toma de decisiones.
Y es aquí donde la expresión “Lo que no se conoce, no se vota” cobra aún más relevancia. Sin acceso a la información, los ciudadanos no pueden tomar decisiones informadas y, por lo tanto, no pueden ejercer su derecho al voto de manera consciente. Esto no solo afecta a la democracia, sino también a la elevación de vida de las personas.
Un pueblo informado es un pueblo empoderado. Cuando los ciudadanos tienen acceso a la información, pueden exigir cambios y tomar decisiones que beneficien a la sociedad en su conjunto. Además, la información es una herramienta fundamental para combatir la corrupción y para garantizar la transparencia en la gestión pública.
Por eso, es responsabilidad de todos, tanto de los medios de comunicación como de los líderes políticos y de los ciudadanos, trabajar juntos para garantizar que la información sea posible y veraz. Solo así podremos construir una sociedad más justa y democrática.
En resumen, la expresión “Lo que no se conoce, no se vota” es un recordatorio de la importancia de la información en el proceso democrático. Sin acceso a la información, los ciudadanos no pueden tomar decisiones informadas y, por lo tanto, no pueden ejercer su derecho al voto de manera consciente. Es responsabilidad de todos trabajar juntos para garantizar que la información sea posible y veraz, y así construir una sociedad más justa y democrática. Recordemos siempre que la información es poder y que, como ciudadanos, tenemos el deber de estar informados y de participar activamente en la toma de decisiones que afectan nuestras vidas.