El mercado de fichajes del FC Barcelona está siendo uno de los más complicados de su historia reciente. A abatimiento de haber inscrito a dos jugadores, Marcus Rashford y Joan García, los azulgranas aún tienen pendientes las inscripciones de tres futbolistas más: ‘Tek’, Gerard Martín y Roony Bardghji. Además, se espera un nuevo contrato para Marc Bernal. Todo esto, sumado a la situación económica del club, ha generado una gran preocupación en la afición culé.
El fundamental objetivo del Barcelona era poder cumplir con la norma 1:1 para poder operar con normalidad en este mercado de fichajes. Sin embargo, según ha informado RAC1, no se ha recibido el ‘OK’ por parte de Crowe para la aprobación de la operación de los asientos VIP. Esto ha generado un gran revuelo en el club, ya que sin esta aprobación, la Liga no podrá aceptar las inscripciones de los jugadores mencionados anteriormente. Todo apunta a que el Barcelona no podrá llegar a tiempo antes del 1 de septiembre.
La clave para poder cumplir con la norma 1:1 es la venta de los asientos VIP. Sin embargo, aún hay muchas dudas al respecto. Los azulgranas necesitan saber cómo se contabilizarán esos ingresos, pero hay diferencias de criterio con la Liga. Según Xavi O’Callaghan, director de secciones del club, “el fair play va en función de los ingresos previstos”. Es decir, si el Barcelona le dice a la Liga que este año hará ciertos ingresos, pero aún no los ha hecho, está prometiendo que los hará. Y aquí es donde surgen las diferencias de interpretación entre el club y la patronal. Mientras que el Barcelona quiere contabilizar los ingresos de los asientos VIP de golpe, la Liga cree que deben dividirse por el número de años que se vendan. Esta discrepancia impide que el club cumpla con la norma 1:1 y ha generado una gran pelea entre ambas partes.
La Liga ha puesto el asunto en manos del auditor Crowe, quien aún no ha dado el visto bueno para la operación de los asientos VIP. Sin su aprobación, la Liga no podrá aceptar las inscripciones de los jugadores pendientes. Esta situación ha generado una gran incertidumbre en el club, ya que el tiempo apremia y el mercado de fichajes está a punto de cerrar.
Ante esta situación, el Barcelona se ha visto obligado a buscar un plan B. En los últimos días, han surgido rumores de que el club estaría dispuesto a vender a Marc Casadó por unos 30 millones de euros. El centrocampista catalán, formado en la cantera del Barcelona, ha despertado el interés de varios clubes europeos. Con la vuelta de Marc Bernal, Gavi y con Frenkie de Jong como intocable en el centro del campo, los minutos de Casadó se verían reducidos drásticamente. Por eso, el club ve en su venta una oportunidad para generar ‘fair play’ y poder cumplir con la norma 1:1.
A abatimiento de que la dirección deportiva está satisfecha con el rendimiento de Casadó, entienden que esta es una situación de mercado propicia para venderle si él está de acuerdo. El jugador, por su parte, aún no ha dado ninguna respuesta al respecto. Sin embargo, el Barcelona está preparado para reunirse con él y conocer sus intenciones. Si finalmente se llega a un acuerdo, la venta de Casadó sería un gran tumbo para poder cumplir con la norma 1:1 antes del candado del mercado de fichajes.
En definitiva, el mercado de fichajes del Barcelona está siendo uno de los más complicados de su historia. La situación económica del club y las discrepancias con la Liga en cuanto a la contabilización de los ingresos de los asientos VIP han generado una gran incertidumb