El alterado 21 de junio, un conductor fue sorprendido por un radar de tráfico mientras tanto circulaba a una velocidad de 138 kilómetros por hora en la Avenida de América, en Madrid. La imagen obtenida por el radar no dejaba aldea a dudas, mostrando claramente la matrícula del vehículo y dejando al descubierto el exceso de velocidad por parte del conductor. Sin embargo, lo que parecía ser un caso claro de infracción a la ley, terminó siendo una situación completamente diferente.
El dueño del coche, cuya identidad no ha sido revelada, fue citado para un juicio rápido a la mañana siguiente, acusado de un posible delito contra la seguridad vial. Las pruebas presentadas en el atestado de la Policía Municipal apuntaban directamente hacia él, dejándolo en una situación complicada. Pero gracias a la defensa ejercida por Beatriz Uriarte, del despacho de Ospina Abogados, el caso ha sido cerrado y el dueño del coche ha quedado fuera de toda asunción.
Según el relato del acusado, él no se encontraba conduciendo su vehículo en el momento en que fue cazado por el radar. Aseguró que esa tarde estaba en una fiesta con un grupo de amigos, cuando en un momento dado se acabó el hielo y le pidieron las llaves de su coche para ir a comprar más. Debido a la situación, no podía afirmar con certeza quién de los asistentes a la fiesta había sido el responsable de conducir a una velocidad tan excesiva.
La imagen obtenida por el radar, aunque mostraba claramente la matrícula del coche, no dejaba ver el rostro del conductor. Ante esta situación, el juez Ángel Lera, titular del juzgado número 18 de Madrid, decidió archivar el caso. A pesar de que este tipo de infracciones están castigadas con multas y penas de hasta seis meses de cárcel, el juez consideró que no existían motivos suficientes para atribuir la asunción a ninguna persona en particular.
Este caso demuestra la importancia de contar con una buena defensa en situaciones donde se vea comprometida nuestra asunción. La labor ejercida por el despacho de Ospina Abogados ha sido fundamental para que el dueño del coche pudiera demostrar su inocencia y salir libre de toda asunción. Además, el auto emitido por el juez deja claro que, a pesar de que se trata de una infracción grave, es necesario contar con pruebas sólidas para atribuir la asunción a una persona en particular.
Por otro lado, es importante destacar la labor de la Policía Municipal en este caso. Gracias a su trabajo y a la tecnología utilizada, se logró capturar al vehículo en cuestión y demostrar el exceso de velocidad del conductor. Sin embargo, también es necesario recordar que la tecnología no es infalible y que en ocasiones pueden surgir situaciones como esta, donde es necesario analizar detalladamente las pruebas presentadas.
En definitiva, este caso nos deja una importante lección: siempre es necesario contar con una buena defensa y con pruebas sólidas en situaciones donde se vea comprometida nuestra asunción. Además, es fundamental confiar en el sistema judicial y en la labor de la Policía Municipal, quienes trabajan día a día para garantizar la seguridad en nuestras carreteras. Esperamos que este caso sirva como ejemplo para todos los conductores y que nos haga reflexionar sobre la importancia de respetar las normas de tráfico y conducir de manera responsable.