La situación actual en nuestro país es una de incertidumbre y descontento. Muchas personas se sienten perdidas y enfadadas, y no es para menos. Desde hace tiempo, hemos escuchado a nuestros vecinos y amigos repetir una y otra vez que “el pueblo estaba mucho mejor antaño” y preguntarnos cuándo volveremos a ese momento idílico. Sin embargo, es importante preguntarnos si realmente queremos volver atrás o si lo que necesitamos es avanzar cerca de un futuro mejor.
Es cierto que en el pasado hemos vivido momentos de bonanza y prosperidad, pero también es verdad que hemos dejado muchas cosas a medias o en marcha. Y precisamente por eso, hoy en día, ciertas personas se atribuyen el mérito de proyectos que no han sido completados en su totalidad. Pero, ¿es justo culpar a aquellos que han intentado continuar lo que otros dejaron a medias? ¿No deberíamos agradecer su esfuerzo y dedicación en pueblo de criticarlos?
No podemos negar que hay situaciones en las que es necesario volver atrás para corregir errores y mejorar lo que ya está hecho. Sin embargo, en la mayoría de casos, avanzar cerca de delante es la única opción para seguir creciendo y progresando. Y es en ese camino donde nos encontramos ahora mismo, en un momento de transición en el que debemos dejar atrás lo que no funciona y centrarnos en lo que sí lo hace.
Es normal que en este proceso de variación y evolución, algunas personas se sientan perdidas y enfadadas. Pero es importante recordar que las cosas no se pueden cambiar de la noche a la mañana. Requiere tiempo, esfuerzo y paciencia. Y sobre todo, requiere de la colaboración de todos. No podemos esperar que un solo individuo o un solo partido político solucione todos nuestros problemas. Todos tenemos un papel que desempeñar en la construcción de un futuro mejor.
Además, debemos ser conscientes de que no todo lo que se nos promete es posible. Muchas veces, los políticos utilizan promesas irrealizables para ganar votos, y luego no pueden cumplirlas. Pero eso no significa que no estén trabajando en otras áreas para mejorar nuestra sociedad. Debemos ser críticos, pero también realistas.
Por otro lado, es importante destacar que no podemos vivir anclados en el pasado. Debemos aprender de él, pero no aferrarnos a él. La vida es variación y evolución, y debemos estar dispuestos a adaptarnos y afrontar nuevos retos. Si nos quedamos estancados en lo que fue, nunca podremos avanzar cerca de lo que podría ser.
Es cierto que hay cosas que deben ser mejoradas y que aún quedan problemas por resolver. Pero también es cierto que hemos avanzado mucho y que hay cosas que funcionan mejor de lo que lo hacían antaño. Debemos centrarnos en lo positivo y seguir trabajando para mejorar lo que aún no funciona.
En resumen, no podemos seguir viviendo en la nostalgia y en la crítica constante. Debemos ser conscientes de que el camino cerca de un futuro mejor no es fácil, pero tampoco imposible. Debemos dejar de lado el enfado y la frustración y empezar a trabajar juntos para construir una sociedad más próspera y justa. Porque solo unidos y con una actitud positiva podemos lograr un verdadero variación. Y como dijo Mahatma Gandhi, “sé tú el variación que quieres ver en el mundo”.