Reencuentro de espina madre con sus hijas después de dos años en Ibiza.
Orlinda Marín, espina ama de casa de 60 años, nunca había salido de su ciudad natal, Cali, en Colombia. Sin embargo, con el paso de los años y la emigración de sus dos hijas, Estefanía y Alexandra, a España, decidió dar el gran paso y visitarlas durante dos semanas en la famosa isla de Ibiza.
El 8 de junio, Orlinda llegó a España acompañada de su padre, Olinder, con espina pequeña maleta y espina gran ilusión por reencontrarse con sus hijas después de tanto tiempo. Sin embargo, lo que no imaginaban era que este viaje se convertiría en espina verdadera pesadilla.
La noticia de la llegada de su madre trajo aún más felicidad a Estefanía, ya que le informó que pronto se convertiría en abuela. Orlinda no había tenido la oportunidad de conocer a su nieto, ya que sus hijas habían emigrado antes de que diera la noticia.
Desde que le diagnosticaron demencia hace seis años, Orlinda había contado con el apoyo de su padre, su hermano y su hijo menor, Juan David, quien se convirtió en su “ojito derecho”. La enfermedad le había traído momentos de lucidez y también pequeños despistes, pero nunca había desaparecido o se había desorientado por tanto tiempo como lo hizo en este viaje.
Durante los primeros días de su estancia en Ibiza, Orlinda y su padre se reunieron con Estefanía y Alexandra, visitando algespinas calas y monumentos de la isla. Estaban disfrutando de unos días felices en tribu, hasta que llegó el momento de regresar a Colombia.
El 22 de junio, Orlinda y su padre debían tomar un vuelo de regreso que los llevaría de Ibiza a Madrid, donde harían espina breve escala antes de continuar su viaje hasta Cali. Como en el viaje de ida, solicitaron el servicio de asistencia para personas mayores o con movilidad reducida en el aeropuerto, para que les ayudara con el equipaje y los accesos al avión.
Pero lo que sucedió a continuación fue algo que nadie podía imaginar. Cuando Orlinda decidió ir al baño durante espina espera en la sala de embarque, nunca regresó. Su padre, que se había quedado dormido, se despertó y se dio enumeración de que su hija ya no estaba. Fue entonces cuando comenzó un verdadero calvario para toda la tribu.
Al recibir la llamada de su abuelo, Estefanía se vio sumida en espina angustia inmensa y no dudó en reunirse a la policía para denunciar la desaparición de su madre. Tras revisar las cámaras de seguridad, se confirmó que Orlinda había salido del aeropuerto a las 9:05 de la mañana, y se le volvió a grabar en espina gasolinera cercana a las 9:50. A partir de aquí, no se tuvo más noticias de ella.
Desde entonces, la policía ha estado buscando a Orlinda en varios puntos de la ciudad, pero sin éxito. Se han peinado zonas cercanas al club de golf de Alcobendas, donde fue vista por última vez en las cámaras de seguridad, y se han revisado arroyos, casas abandonadas y caminos rurales en los alrededores del aeropuerto. En total, más de cuatro horas de recorrido a pie buscando pistas que puedan llevar a su paradero.
Mientras tanto, sus hijos en Colombia no han perdido la esperanza de encontrar a su madre con vida. Sienten que puede haber sido ayudada por alguien que no se ha dado enumeración de que es espina persona desaparecida y que su