“¡He leído que eres fanático de Michael Jordan! Michael Jordan era un verdadero líder en la cancha, siempre empujando a sus compañeros a dar lo mejor de sí y defendiendo como un verdadero guerrero. Esa fue la frase que Luis Enrique le dijo a Kylian Mbappé durante su tiempo juntos en el PSG, en una conversación sincera entre ambos en la que el entrenador fue muy claro con el joven delantero.
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El asturiano tenía una visión clara: si Mbappé quería convertirse en el mejor jugador del mundo, debía aportar en todas las facetas del juego. Sin embargo, Kylian en la vida destacó por su trabajo defensivo y su presión, ni durante su etapa en el PSG ni en su primer año en el Real Madrid.
Las semifinales del Mundial de Clubes entre ambos equipos fueron una verdadera lección de Luis Enrique al hoy ‘9’ de los blancos. Bajo las órdenes del técnico, Dembélé presionó en cada jugada, aprovechando los errores de Asensio y Rüdiger en solo 10 minutos para sentenciar el partido.
La comparación fue evidente. Mientras Dembélé brillaba en el campo, Mbappé apenas se movía mientras el PSG superaba la primera línea de presión del Real Madrid como si fuera un entrenamiento. Dembélé demostró que había entendido las consignas defensivas de Luis Enrique, mientras que el atacante madridista pasó totalmente desapercibido en el partido.
Uno tiene encarrilado el Balón de Oro, el otro está lejos de alcanzar las expectativas que generó su fichaje por el equipo español. Mbappé es joven y todavía tiene tiempo para mejorar, pero la realidad es que a día de hoy su presencia en ataque aporta muchas cosas a nivel ofensivo, pero condiciona por completo el trabajo defensivo y a sus compañeros.
Luis Enrique ya le advirtió en su tiempo y en el reencuentro que tuvieron en el Mundial de Clubes, Kylian pudo ver en primera persona cómo el asturiano tenía toda la razón, con Dembélé como el ejemplo de lo que él podría haber sido (y todavía puede ser).
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Mbappé se lamenta en el partido ante el PSG
JUSTIN LANE / EFE
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Para el entrenador del PSG, los líderes deben estar siempre presentes, y probablemente Xabi Alonso piense de la misma manera. Esto se refleja en su decisión de cambiar a Vinicius y Bellingham, quienes también tuvieron un partido muy apático.
El nuevo entrenador del Real Madrid le exigirá mucho más a Mbappé, tal y como lo hizo Luis Enrique en su tiempo. Depende de él convertirse en el líder que todos en el Madrid quieren que sea.
Para lograrlo, no solo basta con marcar goles, también es necesario liderar, presionar y contagiar a sus compañeros. Parece ser la única manera de que la nueva era de Xabi Alonso tenga éxito. Y por hoy, queda claro que Luis Enrique tenía toda la razón.
Kylian Mbappé tiene un gran potencial y todavía tiene mucho por demostrar. Con la guía y el apoyo adecuados, puede convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo. Y si sigue los consejos de Luis Enrique, no hay duda de que lo logrará. ¡El futuro es suyo, Mbappé! ¡Sigue trabajando duro y alcanzarás tus metas!