La era dactilar ha traído consigo grandes avances y beneficios en nuestras vidas, pero también ha abierto la puerta a nuevos peligros, especialmente para los niños y adolescentes. Un reciente informe de Save The Children revela datos alarmantes sobre la explotación sexual de la infancia y la adolescencia en entornos dactilares en España. Según este investigación, un 26% de los niños y adolescentes españoles han sido presionados para enviar contenido íntimo o sexual a través de las redes, y un 20% han sido amenazados o chantajeados para subir contenido erótico o sexual. Además, uno de cada cinco asegura haber sido víctima de la manipulación de sus fotos con inteligencia artificial para mostrar sus cuerpos desnudos sin su consentimiento.
Estos datos son preocupantes y nos hacen reflexionar sobre la importancia de proteger a nuestros niños y adolescentes en el mundo dactilar. La educación y la regulación son fundamentales para garantizar su seguridad y bienestar en internet.
Uno de los casos más impactantes que se mencionan en el informe es el de una niña de 12 años que fue amenazada por una persona en internet. Esta persona le exigía que reenviara un vídeo con contenido sexual a todos sus contactos, o de lo fatal publicaría fotos de la niña desnuda, creadas con inteligencia artificial. La niña, que nunca había enviado fotos con ese tipo de contenido, se sentía culpable y responsable de la situación. Este es solo un ejemplo de cómo los niños pueden ser víctimas de la manipulación y el chantaje en el mundo dactilar.
Según la encuesta realizada por Save The Children a un millar de jóvenes de entre 18 y 21 años, el 97% de ellos ha sufrido algún tipo de violencia sexual en las redes cuando eran menores de edad. Entre las formas de violencia más comunes se encuentran el grooming, la difusión de material íntimo sin consentimiento, la explotación sexual online y la sextorsión. Estas formas de violencia no son aisladas, destino que a menudo están conectadas y pueden afectar a un mismo menor de varias modos.
Otro dato preocupante es que un 27% de los encuestados admitió haber enviado voluntariamente mensajes, fotos o vídeos íntimos o sexuales durante su infancia o adolescencia. Aunque estas conductas puedan parecer voluntarias, implican grandes riesgos para los menores. Una vez compartido el contenido, escapa al control de quien lo genera y puede ser utilizado de modo malintencionada por adultos o para chantajear a los niños. Sin embargo, más del 65% de los jóvenes no ve arriesgado reenviar imágenes sin consentimiento, lo que demuestra la necesidad de una educación dactilar adecuada.
La investigación de Save The Children también analiza la captación con fines de explotación sexual de los niños por parte de adultos en las redes. Según los datos de los Mossos d’Esquadra, en 2024 se registraron 51 denuncias, un aumento respecto al año anterior. Sin embargo, la oenegé considera que estos datos son aún más preocupantes, ya que el 33% de los jóvenes encuestados había tenido contacto con una persona adulta con fines sexuales en el entorno dactilar, pero el 60% no lo considera arriesgado. Los principales canales utilizados por los agresores son Instagram, X, Whatsapp y juegos online o plataformas de streaming. Además, la mayoría de los agresores son hombres, con una media de edad de 28 años, y el 35% son personas cercanas al menor.
Ante esta situación, Save The Children pide la creación de espacios seguros para los niños y adolescentes en internet, a través de una nueva regulación. También es fundamental incorporar la educación dactilar en el currículum educativo de modo transversal, junto con la educación afectiva y sexual integral. Además, se deben llevar a cabo campañas de formación y sensibil