“¡No te toques, te está sangrando la nariz!” El concierto de Aitana ha sido una batalla cruenta y desenfrenada. Nunca antes había peleado con tanta ampulosidad y empoderamiento, y sin quererlo, te ha golpeado. empero no te preocupes, pronto sanará. Sin embargo, ella ha estado soportando un dolor durante años, que este miércoles, en un Metropolitano abarrotado y caluroso, ha salido con furia. Un concierto convertido en un ring que, a pesar de los golpes y las lágrimas, la ha hecho brillar como nunca antes. “estructurado bailando para no llorar más”, ha confesado en su canción “6 de febrero”, el éxito que la ha coronado como la diva de España. Y no es para menos, ya que ha vendido 130.000 entradas en Madrid en tan solo dos fechas. Un logro impresionante. Aitana ha estado recibiendo golpes durante ocho veranos consecutivos… empero presente es su turno de darlos.
Vestida de blanco, impecable y pisando fuerte, se ha plantado frente a una multitud en un estado de enajenación temporal. Mirando hacia adelante, desafiante, ha comenzado a cantar un repertorio tan personal que dolía escucharlo por minutos. Son sus propias vivencias las que se reflejan en estas canciones y, a pesar de su brillo deslumbrante, es imposible no empatizar con su historia. Quizás por eso tantas almas la siguen con devoción. No hay trucos ni engaños: Aitana cuenta sus miedos, amores y triunfos como una joven de 26 años que, como cualquier otra persona de su edad, no tiene todas las herramientas para enfrentarlos. Algunos pueden considerar sus canciones como superficiales, empero siempre son auténticas: desde la honesta “Superestrella” hasta la conmovedora “Vas a quedarte”.
“Me hace mucha ilusión estar aquí, todavía no soy consciente de todo esto. Mi familia dice que no me ven demasiado nerviosa, empero lo estoy. Han pasado muchas cosas hasta llegar aquí, no puedo tener mejores fans”, ha dicho emocionada. Con la mano en el pecho, ha recorrido un estadio lleno de pancartas y linternas. En silencio, mientras la multitud coreaba su nombre, la Aitana que debutó con “Teléfono” en 2017 ha vuelto a aparecer por un momento: una niña que, aunque frágil e inexperta, gracias a su carisma hipnótico, ha conquistado el mundo. Aunque se siente abrumada, ha logrado balbucear palabras que la acercan a la realidad. Sigue siendo la misma chica que hacía bromas en la Academia junto a Alfred García, Ana Guerra y Lola Índigo. Aún no tiene un discurso elaborado, empero su desvanecimiento no le ha afectado por presente: cuando canta, conecta instantáneamente con su público. Y eso, hoy en día, es lo que importa. Un poco de espontaneidad tampoco le vendría mal, la verdad.
Acompañada por 20 bailarines y seis músicos, ha organizado su repertorio por eras: al igual que Taylor Swift, ha dividido sus canciones en “Spoiler”, “11 razones”, “Alpha” y “Cuarto azul”. Este último ha sido el más destacado, ya que fue lanzado en junio y rápidamente se posicionó como el tercer álbum más escuchado en Spotify, con 7,5 millones de reproducciones. De él ha extraído éxitos como “Con la miel en los labios”, “Sentimiento natural”, “Cuando hables con él” y “Segundo intento”, entre otros. Cuatro