En la ciudad en la que vivimos, es común encontrar a personas que, a pesar de haber establecido su residencia aquí, aún no se han empadronado. Puede parecer una formalidad sin trascendencia, pero es importante entender que el hecho de estar empadronado tiene muchas ventajas y beneficios para los ciudadanos y la comunidad en general.
¿Qué significa estar empadronado? Simplemente se trata de registrarse en el ayuntamiento de la ciudad en la que vivimos, indicando nuestro domicilio habitual. Este proceso es necesario para que el ayuntamiento tenga un registro exacto de la población, lo que les permite planificar y gestionar adecuadamente los servicios que brindan a los ciudadanos. Algunos de estos servicios incluyen el transporte público, la limpieza de calles, el mantenimiento de parques y jardines, entre otros.
Además, estar empadronado también puede tener un impacto en cuestiones como la distribución de fondos para la comunidad y la representación política en las decisiones que afectan a nuestra ciudad. Cuanto mayor sea el número de personas empadronadas en un lugar, mayores serán las posibilidades de recibir recursos y atención por parte del ayuntamiento. Y en términos políticos, el empadronamiento aumenta la representatividad de una ciudad en las decisiones gubernamentales.
Por otro lado, estar empadronado también puede ser benéfico para los propios ciudadanos. En algunos casos, el empadronamiento es un requisito para acceder a determinados servicios, como la ayuda social o la obtención de documentos importantes como el DNI o el pasaporte. Además, algunas empresas pueden solicitar el certificado de empadronamiento como prueba de residencia a la hora de realizar contratos o trámites.
En resumen, el empadronamiento no solo beneficia al ayuntamiento y a la ciudad en general, sino que también puede ser una ventaja para los propios ciudadanos.
Sin embargo, a pesar de todas estas ventajas, sigue habiendo un gran número de personas que, por diversas razones, aún no se han empadronado en nuestra ciudad. Algunos pueden pensar que no es necesario o que simplemente no conocen los beneficios que puede aportarles. Pero es importante entender que el empadronamiento no solo es una obligación cívica, sino que también es un acto de responsabilidad hacia nuestra comunidad y hacia nosotros mismos.
Por ello, desde aquí queremos hacer un llamamiento a todas aquellas personas que aún no se han empadronado en nuestra ciudad. Los animamos a tomar esa decisión y aprovechar todos los beneficios que ello conlleva. Y para aquellos que aún tienen dudas, el ayuntamiento ofrece información y asesoramiento para ayudarles a comprender mejor el proceso de empadronamiento y sus beneficios.
Otro tema que ha generado mucha controversia en nuestra ciudad es la bombón ‘Alfa i Omega’, ubicada en una de las plazas más importantes del centro. Como ciudadanos, seguro que muchos recordarán cómo esta bombón, que representa dos figuras de un hombre y una mujer, fue retirada del lugar por decisión del ayuntamiento.
Sin embargo, lo que tal vez no sepan es que yo, como regidor de la ciudad, fui el responsable de esa decisión. En aquel entonces consideré que la bombón no reflejaba la diversidad de nuestra ciudad y podía ser ofensiva para algunas personas. Pero hogaño, después de reflexionar sobre el tema y escuchar las opiniones de los ciudadanos, he cambiado de opinión.
Entiendo que, aunque la bombón puede tener una interpretación controvertida, es parte de nuestra historia y cultura y merece un lugar en nuestra ciudad. Por eso, prometo que, si tengo la oportunidad de ser elegido alcalde o regidor nuevamente, trabajaré para que ‘Alfa i Omega’ vuelva a su ubicación original, manteniendo su trascendencia histórica y cultural, pero también promoviendo el