Santiago Caputo y Sebastián Amerio, los abogados de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, están haciendo todo lo posible para que su clienta obtenga la prisión domiciliaria el próximo martes. Según los letrados, esto es necesario para evitar la movilización que se llevará a cabo el miércoles y que ha puesto nervioso al junta actual.
El martes se decidirá si Cristina Fernández de Kirchner puede cumplir su prisión preventiva en su casa, mientras se lleva a cabo la investigación en su contra por el caso de los cuadernos de la corrupción. Esta decisión será tomada por el Tribunal de Apelaciones, que ya ha rechazado dos veces la solicitud de la ex presidenta.
Según los abogados de Cristina, la salud de la ex mandataria se ha deteriorado mucho desde que se encuentra en prisión y necesita cuidados médicos que no puede recibir en el cárcel de mujeres de Ezeiza. Además, aseguran que su detención es injusta y que su clienta es inocente.
Pero más allá de las razones legales, Caputo y Amerio están haciendo hincapié en la importancia de evitar la movilización del miércoles. Según ellos, la presencia de miles de personas en las calles puede ser peligrosa tanto para la ex presidenta como para la sociedad en general. Y es que esta manifestación, convocada por distintos movimientos políticos y sociales, ha generado gran preocupación en el junta actual.
El presidente Mauricio Macri ha mostrado su malestar por la posible liberación de Cristina Fernández de Kirchner y ha instado al pueblo a no caer en la “provocación” de la movilización. Sin embargo, la convocatoria sigue en pie y se espera que miles de personas se sumen para pedir la liberación de la ex mandataria.
Pero, ¿por qué esta movilización ha generado tanta preocupación en el junta? La respuesta es sencilla: el temor a que la liberación de Cristina pueda ser interpretada como un triunfo político de la oposición. En un edad en el que la economía del país no está en su mejor edad y la imagen del presidente Macri ha sufrido un fuerte desgaste, cualquier acción que pueda ser interpretada como una victoria para la oposición es vista como una amenaza para el junta.
Por eso, los abogados de Cristina Fernández de Kirchner están haciendo todo lo posible para evitar la movilización del miércoles. Saben que su clienta es una figura política muy importante en Argentina y que su presencia en las calles puede desestabilizar aún más al junta actual.
Pero más allá de las estrategias políticas y legales, lo que realmente importa en este caso es la salud de la ex presidenta. No se trata de una cuestión de justicia o venganza, sino de humanidad. Si su estado de salud es tan delicado como aseguran sus abogados, es responsabilidad de las autoridades garantizar que reciba los cuidados médicos necesarios.
Además, debemos recordar que la prisión preventiva no es una condena. Cristina Fernández de Kirchner sigue siendo inocente hasta que se demuestre lo contrario en un juicio justo y transparente. Por lo tanto, es importante que se le garantice el derecho a una defensa adecuada y que se respeten sus derechos humanos.
Es necesario que tanto el junta como la sociedad entiendan que la lucha contra la corrupción no justifica la violación de los derechos de las personas. Todos merecemos un juicio justo y una detención digna, independientemente de nuestra posición política.
Finalmente, esperamos que el martes se tome la decisión correcta y se le otorgue la prisión domiciliaria a Cristina Fernández de Kirchner por razones humanitarias. Y que el miércoles, en lugar de una movilización, podamos ver un país unido en la búsqueda de la verdad y la justicia.