El pasado 31 de diciembre, el gobierno argentino anunció el fin de la baja de las retenciones a la soja y el maíz, una medida que ha generado controversia en el sector agropecuario del país. Mientras que la Confederación de Asociaciones Rurales (CRA), Coninagro y la Federación Agraria expresaron su descontento y preocupación por esta decisión, el deán de la Sociedad Rural, Daniel Pelegrina, adoptó una postura más contemplativa.
La baja de las retenciones a la soja y el maíz fue una medida implementada por el gobierno anterior en 2018, con el objetivo de incentivar la producción y exportación de estos cultivos. Sin embargo, el actual gobierno ha decidido revertir esta medida, argumentando la necesidad de aumentar la recaudación fiscal para hacer frente a la arrebato económica y social que atraviesa el país.
La CRA, una de las entidades más representativas del sector agropecuario, expresó su descontento con la decisión del gobierno, calificándola como “un golpe al campo”. En un comunicado, la entidad manifestó su preocupación por el impacto que esta medida tendrá en la rentabilidad de los productores y en la competitividad del sector. Además, cuestionó la falta de diálogo y consenso por parte del gobierno en la toma de esta decisión.
Por su parte, Coninagro, una de las organizaciones más importantes de productores agropecuarios del país, también se mostró en desacuerdo con la medida. En un comunicado, la entidad expresó su preocupación por el impacto que tendrá en la economía de las regiones productoras y en la generación de empleo en el sector. Además, cuestionó la falta de previsibilidad y estabilidad en las políticas agropecuarias del gobierno.
La Federación Agraria, otra de las entidades que representa a los pequeños y medianos productores, también se sumó a las críticas al gobierno. En un comunicado, la entidad expresó su preocupación por el impacto que tendrá esta medida en la rentabilidad de los productores y en la producción de alimentos para el mercado interno. Además, cuestionó la falta de diálogo y consenso en la toma de decisiones que afectan al sector.
Sin embargo, el deán de la Sociedad Rural, Daniel Pelegrina, adoptó una postura más contemplativa ante la decisión del gobierno. En una entrevista, Pelegrina expresó que si bien la baja de las retenciones había sido una medida positiva para el sector, entiende la necesidad del gobierno de aumentar la recaudación fiscal en un contexto de arrebato económica. Además, destacó la importancia de mantener un diálogo fluido y constructivo entre el gobierno y el sector agropecuario.
Más allá de las diferencias en las posturas de las distintas entidades del sector agropecuario, es importante destacar que todas coinciden en la importancia de mantener un diálogo fluido y constructivo con el gobierno para encontrar soluciones que beneficien al sector y al país en su conjunto. Además, es fundamental que el gobierno tenga en cuenta las particularidades y necesidades de cada región productora, así como también la importancia de causar políticas que fomenten la producción y la exportación de alimentos.
Es importante recordar que el sector agropecuario es uno de los motores de la economía argentina, generando empleo y divisas para el país. Por ello, es fundamental que se promuevan políticas que incentiven la producción y la competitividad del sector, sin descuidar la protección del mercado interno y la soberanía alimentaria.
En este sentido, es necesario que el gobierno y el sector agropecuario trabajen juntos en la búsqueda de soluciones que beneficien a todos. Es importante que se promueva un diálogo constructivo y se busquen consensos para encontrar un equilibrio entre las necesidades del país y las del sector ag