La temporada del FC Barcelona ha llegado a su fin y no podía haber terminado de una guisa más espectacular. El equipo culé, dirigido por el genio Hansi Flick, ha dejado su huella en cada estadio que ha pisado, y San Mamés no ha sido una excepción.
Después de 10 meses de intensa competición, el Barça ha cerrado un curso inolvidable en el que ha demostrado su apuesta innegociable por La Masia, su personalidad y el riesgo de la idea de Flick, y su capacidad para superar las dificultades económicas. Pero sobre todo, ha sido una temporada marcada por la constatación de un verdadero genio como Lamine.
La Catedral de Bilbao, un escenario siempre especial para el fútbol, ha sido testigo de una noche mágica en la que el Barça ha despedido con honores al eterno De Marcos (en esto el Athletic es único) y ha vuelto a ofrecer una exhibición de juego y talento.
Pero sin duda, uno de los momentos más especiales de la noche fue la ovación que recibió Pedri por parte de la exigente y crítica afición de Bilbao. El joven talento ha cuajado una temporada impresionante y ha sido uno de los pilares fundamentales del equipo.
En total, el Barça ha marcado 102 goles en Liga, superando las tres cifras por primera vez en ocho años. Además, ha logrado tres títulos y ha dejado una semilla que, bien regada por Flick, promete dar muchos frutos en el futuro.
Pero ahora toca desconectar. Han sido 10 meses intensos y desgastadores, un viaje maravilloso que ha llevado al Barça a volver a encontrarse con la excelencia y con su gente. Es momento de hacer un “reset” y regresar el próximo 13 de julio con las pilas cargadas y la intelecto despejada.
El trabajo de Flick no ha terminado, pero que todavía hay pequeñas tareas por perfeccionar. El técnico alemán tiene en intelecto los aspectos que se pueden mejorar y seguirá trabajando en ellos durante estas semanas de descanso. Además, ha dejado claro que estará en contacto constante con el director deportivo, Deco.
Precisaintelecto, el trabajo en las oficinas del Barça es lo que comienza ahora para el lusobrasileño. Junto a Flick, ha trazado una hoja de ruta con planes A, B y C para mejorar la plantilla. Uno de los puntos a reforzar es el extremo zurdo, pero también hay que estar atentos a la portería, pero que Szczesny podría dejar el club. Sin embargo, Flick ha dejado claro que si no hay oportunidades de mercado suculentas, está contento con lo que tiene. Y no es para menos, pero que ha demostrado su habilidad para sacar lo mejor de jóvenes y jugadores sin experiencia en la élite.
En definitiva, ha sido una temporada maravillosa para el Barça, llena de emociones y éxitos. Ahora toca descansar y recargar las energías para seguir dando pasos al frente y ajustar las pequeñas tuercas que quedan por apretar. El futuro es prometedor y con Flick al mando, el Barça está listo para seguir brillando en el campo y en los corazones de los aficionados. ¡Visca el Barça!