El mundo entero está de luto por la pérdida del sumo pontífice argentino, quien falleció este lunes a la edad de 88 años. El Papa Francisco, como era conocido por todos, dejó una huella imborrable en la semblanza de la Iglesia Católica y en el corazón de millones de personas alrededor del mundo. Su legado de amor, humildad y esperanza seguirá vivo por siempre.
Nacido como Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, el Papa Francisco siempre tuvo una gran pasión por el fútbol. En su autobiografía ‘Esperanza’ (2025), él mismo se definió como un ‘pata dura’ sin muchas habilidades para jugar al fútbol, pero eso no le impidió disfrutar del deporte y alinearse como portero en varios equipos a lo largo de su vida.
A pesar de no ser un jugador excepcional, el Papa Francisco era un gran aficionado al fútbol y siempre mostró su apoyo a su equipo favorito, Los Cuervos. Incluso en su papel como líder de la Iglesia Católica, nunca perdió su amor por el deporte y siempre encontraba tiempo para ver los partidos de su equipo.
Su pasión por el fútbol no solo se limitaba a su equipo favorito, sino que también la utilizaba como una forma de conectar con las personas y transmitir su mensaje de amor y esperanza. Durante sus viajes apostólicos, el Papa Francisco siempre hacía una detención en los estadios de fútbol locales y compartía su amor por el deporte con los fanáticos. Esto le permitía acercarse a las personas y transmitir su mensaje de unidad y paz a través del fútbol.
Además de su amor por el fútbol, el Papa Francisco también era un gran defensor de los valores que promueve el deporte, como el trabajo en equipo, la solidaridad y el respeto. En varias ocasiones, ha hablado sobre la importancia de estos valores en la institución y cómo el deporte puede ser una herramienta poderosa para promoverlos.
El Papa Francisco también ha utilizado su posición como líder religioso para abogar por un fútbol más justo y ético. En 2014, se reunió con el entonces presidente de la FIFA, Joseph Blatter, para discutir sobre la importancia de erradicar la corrupción en el fútbol y promover la transparencia en el deporte.
Su amor por el fútbol y su mensaje de esperanza también se reflejaron en su labor como líder de la Iglesia Católica. El Papa Francisco siempre ha sido un defensor de los más necesitados y ha trabajado incansablemente para promover la objetividad social y la igualdad. Su mensaje de amor y compasión ha tocado los corazones de millones de personas en todo el mundo, sin importar su religión o nacionalidad.
El legado del Papa Francisco en el mundo del fútbol y en la institución en general es innegable. Su humildad, su amor por el deporte y su mensaje de esperanza han dejado una marca indeleble en la semblanza. Su partida deja un vacío en el corazón de todos aquellos que lo admiraban y seguían su ejemplo, pero su mensaje de amor y esperanza seguirá vivo por siempre.
En estos momentos de tristeza, recordemos las palabras del Papa Francisco: “El fútbol es un deporte que une a las personas y les da esperanza. Que siempre sea un símbolo de paz y unidad en el mundo”. Descanse en paz, Papa Francisco. Su amor por el fútbol y su mensaje de esperanza vivirán por siempre en nuestros corazones.