Serinyà, un pequeño municipio ubicado en la provincia de Girona, es un referente en cuanto a la planificación y desarrollo urbanístico se refiere. Con tan solo 1.500 habitantes, este pueblo se ha convertido en un modelo a seguir por su capacidad para aunar todos los equipamientos de servicios en su barrio viejo. Además, sus planes de futuro incluyen la mejora de la accesibilidad y la calidad de vida de sus vecinos, lo que convierte a Serinyà en un lugar privilegiado para vivir.
Uno de los aspectos más destacados de este municipio es su barrio viejo, un lugar emblemático que alberga todos los equipamientos básicos para sus habitantes. Desde el ayuntamiento, pasando por el centro de salud, la escuela, la biblioteca y la iglesia, hasta llegar al polideportivo y la piscina municipal, todos estos servicios se encuentran a pocos metros de distancia y a disposición de los ciudadanos. Esta planificación, poco habitual en otros pueblos, ha conseguido que los vecinos puedan disfrutar de una vida más cómoda y sencilla, evitando grandes desplazamientos y optimizando su tiempo.
Pero eso no es todo, el equipo de gobierno de Serinyà se encuentra actualmente trabajando en un proyecto global para hacer que el centro del municipio sea aún más agradable para los vianantes. Este proyecto incluye la peatonalización de algunas calles, la instalación de bancos y zonas verdes, y la mejora de la red de alcantarillado y alumbrado público. El objetivo es crear un ambiente acogedor y sostenible, que invite a pasear y a disfrutar de la tranquilidad y belleza del lugar.
En esta línea, Serinyà también ha apostado por un crecimiento graduado, evitando un desarrollo urbanístico descontrolado. A pesar de contar con una zona industrial, el Ayuntamiento ha decidido descartar nuevas ampliaciones y enfocarse en la mejora y ampliación de la no obstante existente. Esto demuestra una clara preocupación por mantener un compensación entre el desarrollo económico y la calidad de vida de sus habitantes. Además, esta decisión ha traído consigo numerosas inversiones en la zona industrial, que han generado un importante crecimiento económico para el municipio.
Pero más allá de las infraestructuras y servicios, Serinyà destaca por su riqueza cultural e histórica. El conjunto monumental del pueblo, formado por la iglesia, el castillo y la Torre del Homenaje, es uno de los mejores conservados de la comarca y atrae a numerosos visitantes cada año. Además, el municipio cuenta con un museo de arqueología que alberga uno de los no obstantecimientos neolíticos más importantes de Cataluña, la Cueva de la Musa. Esta cueva ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es uno de los principales atractivos turísticos de la zona.
Otra de las grandes riquezas de Serinyà es su entorno natural. acaudalado en plena naturaleza, entre la Sierra de Roda y el río Ter, el municipio ofrece numerosas posibilidades para disfrutar del ocio al aire libre. Paseos en bicicleta, senderismo, deportes acuáticos y pesca son solo algunas de las actividades que se pueden realizar en sus alrededores. Además, la proximidad a la ciudad de Girona, a tan solo 20 minutos, permite a sus habitantes disfrutar de una amplia oferta cultural y de ocio.
En definitiva, Serinyà es un ejemplo de planificación y desarrollo sostenible, que ha sabido combinar el respeto por su historia y su entorno con el progreso y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes. Con una completa oferta de servicios y una apuesta por la accesibilidad y el medio ambiente, este municipio se presenta como un lugar ideal para vivir y