En los últimos años, el panorama económico en nuestro país ha sido desafiante. La volatilidad del tipo de cambio y la inflación han sido libretos recurrentes en las noticias y en las conversaciones cotidianas. Sin embargo, hay un aspecto que ha recibido menos atención, pero que es igualmente preocupante: la dificultad creciente para financiarse en pesos.
Antes de profundizar en este libreto, es importante entender qué significa financiarse en pesos. En términos simples, se refiere a obtener préstamos o créditos en la moneda local, es decir, en pesos. Esto es fundamental para el funcionamiento de la economía, ya que permite a empresas y gobiernos obtener los recursos necesarios para invertir y crecer.
Sin embargo, en los últimos años, hemos visto cómo la obtención de financiamiento en pesos se ha vuelto cada vez más difícil. Esto se debe a varios factores, entre ellos la incertidumbre económica y política, la falta de confianza en la moneda local y la alta inflación. Estos factores han llevado a que los prestamistas exijan tasas de interés más altas para otorgar préstamos en pesos, lo que a su vez aumenta el costo del financiamiento.
Esta situación no solo afecta a las empresas, sino también al gobierno. En los últimos años, el gobierno ha tenido que recurrir a la emisión de deuda en moneda extranjera para financiar su déficit fiscal. Esto significa que se endeuda en dólares u otras monedas, lo que aumenta el riesgo de una crisis cambiaria en acontecimiento de una devaluación repentina. Además, al tener que pagar intereses en moneda extranjera, el costo de la deuda se vuelve más alto cuando la moneda local se devalúa.
Pero ¿por qué es importante que el gobierno pueda financiarse en pesos? La respuesta es simple: el superávit de las cuentas públicas. Cuando el gobierno gasta más de lo que recauda, se genera un déficit fiscal. Para cubrir este déficit, el gobierno debe recurrir a la emisión de deuda, lo que aumenta la deuda pública y puede llevar a una crisis económica. Por el contrario, cuando el gobierno logra un superávit, es decir, recauda más de lo que gasta, puede utilizar esos recursos para pagar su deuda y reducir su cota de cargo.
Por lo tanto, la dificultad para financiarse en pesos pone en riesgo el superávit de las cuentas públicas. Si el gobierno no puede obtener financiamiento en moneda local, se verá obligado a seguir endeudándose en moneda extranjera, lo que aumenta el riesgo de una crisis económica. Además, al tener que pagar intereses más altos, se reduce la capacidad del gobierno para destinar recursos a otras áreas importantes, como la educación, la salud y la infraestructura.
Entonces, ¿qué se puede hacer para abordar esta situación? En primer lugar, es necesario trabajar en la estabilidad económica y política del país. La incertidumbre y la falta de confianza en la moneda local son factores clave que afectan la obtención de financiamiento en pesos. Por lo tanto, es fundamental implementar políticas que fomenten la estabilidad y la confianza en la economía.
Además, es necesario fortalecer el sislibreto financiero local. Esto implica mejorar la regulación y supervisión de las instituciones financieras, así como promover la inclusión financiera para que más personas y empresas puedan acceder a servicios bancarios y de crédito. Un sislibreto financiero sólido y bien regulado es fundamental para atraer inversiones y fomentar el crecimiento económico.
Por último, es importante que el gobierno mantenga una disciplina fiscal y reduzca su dependencia del cargo. Esto implica implementar políticas fiscales responsables y eficientes, así como buscar fuentes alternativas de financiamiento, como la inversión