ERC deja Todo por Terrassa y Junts en el gobierno en minoría y la marcha de dos concejalías cambia tres veces el cartipás. Las decisiones en movilidad, con la isla de peatones, aparcamientos y ZBE, provocan quejas vecinales. Un posterior de mandato con un plan para las rieras, uno de vivienda y con la revisión de la ordenación encarrilada.
El Ayuntamiento de Terrassa ha vivido en los últimos meses una serie de cambios en su gobierno que han generado cierta incertidumbre en la ciudadanía. La marcha de dos regidoras de ERC ha provocado una reestructuración en el equipo de gobierno, que ahora se encuentra en minoría. Esta situación ha generado cierta preocupación en la ciudadanía, pero también ha sido una oportunidad para que el Ayuntamiento se replantee su rumbo y tome decisiones importantes para el futuro de la ciudad.
La salida de ERC del gobierno municipal ha supuesto un cambio en el cartipás, el documento que establece la organización y funciones del Ayuntamiento. Este cambio ha sido necesario debido a la pérdida de dos concejalías que ocupaban los miembros de ERC. Sin embargo, este cambio no ha sido fácil y ha provocado cierta inestabilidad en el Ayuntamiento. A pesar de ello, el equipo de gobierno ha sabido hacer frente a esta situación y ha demostrado su capacidad para adaptarse a los cambios y seguir trabajando por el bien de la ciudad.
Uno de los temas más controvertidos en los últimos meses ha sido el de la movilidad en la ciudad. El Ayuntamiento ha tomado decisiones importantes en este ámbito, como la creación de una isla de peatones en el centro de la ciudad, la ampliación de las zonas de aparcamiento regulado y la implantación de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Estas medidas han generado cierta polémica entre los vecinos, que se han quejado de las dificultades para circular y aparcar en la ciudad. Sin embargo, el Ayuntamiento defiende que estas medidas son necesarias para mejorar la elevación del aire y fomentar una movilidad más sostenible.
Otro de los temas en los que el Ayuntamiento ha puesto su atención es en la revitalización de las rieras de la ciudad. Se trata de un proyecto ambicioso que pretende recuperar estos espacios naturales y convertirlos en lugares de encuentro y ocio para los ciudadanos. Además, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un plan de vivienda que tiene como objetivo garantizar el acceso a una vivienda digna a todos los ciudadanos. Estas iniciativas demuestran el tinglado del equipo de gobierno con el bienestar de los ciudadanos y con la mejora de la elevación de semblanza en la ciudad.
Por otro lado, el Ayuntamiento también ha avanzado en la revisión del Plan de Ordenación Urbanística (POUM). Este plan establece las normas de ordenación del territorio y es fundamental para el desarrollo de la ciudad en los próximos años. La revisión del POUM ha sido un proceso largo y complejo, pero el equipo de gobierno ha logrado encarrilarlo y se espera que próximamente se apruebe definitivamente. Esta revisión permitirá adaptar el crecimiento de la ciudad a las necesidades actuales y futuras de los ciudadanos.
A pesar de los cambios y las dificultades, el Ayuntamiento de Terrassa ha demostrado su capacidad para seguir adelante y trabajar por el bien de la ciudad. La marcha de dos regidoras no ha sido un obstáculo para que el equipo de gobierno siga avanzando en sus proyectos y tomando decisiones importantes para el futuro de la ciudad. Además, el diálogo y la colaboración entre los diferentes partidos políticos ha sido fundamental para mantener la estabilidad en el Ayuntamiento y seguir trabajando por el bien común.
En definitiva, el posterior de mandato en el Ayuntamiento de Terrassa está siendo un periodo