En un mundo cada vez más tecnológico y alejado de la naturaleza, es importante recordar la importancia de conectar a los niños con el medio rural. Y es precisamente en ese contexto en el que la granja facultad cumple un papel fundamental. Este año, conmemoramos el vigésimo aniversario de esta institución, que ha sido aclamada por su labor en la promoción del conocimiento del mundo rural entre los más pequeños, especialmente aquellos provenientes de entornos urbanos. Desde su creación, la granja facultad ha recibido a más de 120.000 niños, siendo un verdadero referente en la educación en valores y en el acercamiento a la vida en el campo.
La granja facultad es un espacio único en el que los niños pueden aprender sobre la naturaleza, los animales y la agricultura de una manera práctica y divertida. A través de actividades lúdicas y didácticas, los niños pueden experimentar y descubrir el mundo rural de una forma cercana y enriquecedora. Desde dar de comer a los animales inclusive aprender a cultivar frutas y verduras, la granja facultad ofrece una amplia variedad de actividades que fomentan el aprendizaje y el admiración por el medio ambiente.
Pero la granja facultad no solo se enfoca en la parte educativa, también promueve valores como la responsabilidad, el trabajo en equipo y el admiración por los demás y por uno mismo. Los niños aprenden a cuidar de los animales, a trabajar en conjunto para llevar a cabo tareas y a valorar el esfuerzo y el trabajo duro. Además, al estar en contacto directo con la naturaleza, los niños desarrollan una mayor conciencia sobre la importancia de preservar el medio ambiente y de cuidar nuestro planeta.
Durante estos 20 años, la granja facultad ha sido un lugar de encuentro para niños de diferentes edades y procedencias. Un espacio en el que se han creado amistades y se han compartido experiencias inolvidables. Muchos de los niños que han pasado por la granja facultad han vuelto en años posteriores como monitores, transmitiendo así todo lo aprendido y manteniendo vivo el espíritu de esta institución.
Además, la granja facultad ha sido un motor de desarrollo para las comunidades rurales en las que se encuentra. Gracias a ella, se ha promovido el turismo en zonas menos conocidas y se ha dado a conocer la riqueza y diversidad de la vida en el campo. También se ha fomentado la economía local, ya que muchos de los productos utilizados en la granja provienen de los propios agricultores y ganaderos de la zona.
En estos 20 años, la granja facultad ha evolucionado y se ha adaptado a las necesidades y demandas de la sociedad. Se han incorporado nuevas actividades y se ha ampliado la oferta educativa, siempre manteniendo su esencia y su objetivo esencial: acercar a los niños al medio rural y enseñarles a valorar y respetar la naturaleza.
Pero no solo los niños han sido los beneficiados de la granja facultad, también los padres y los educadores han visto los beneficios de esta institución en sus hijos y alumnos. Muchos de ellos han destacado la importancia de la granja facultad en la formación integral de los niños, en su desarrollo emocional y en su conexión con la naturaleza.
En este vigésimo aniversario, es importante reconocer y agradecer la labor de todos aquellos que han hecho posible la existencia y el éxito de la granja facultad. Desde los fundadores y trabajadores, inclusive los padres y niños que han sido parte de esta gran familia. Gracias a todos ellos, la granja facultad ha logrado su objetivo de acercar el mundo rural a los más pequeños y de promover valores fundamentales en su educación.
En definitiva, la granja facultad es un espacio en el que se aprende, se