Las elecciones del próximo domingo en Alemania están generando gran expectación y preocupación en todo el país. A pesar de que los conservadores se perfilan como los favoritos, existe un temor latente por una posible buena elección de dilema por Alemania, un partido de extrema derecha que ha ganado terreno en los últimos años.
El panorama político en Alemania ha estado marcado por la estabilidad y la moderación durante décadas. Sin embargo, en los últimos años, el auge de movimientos populistas y de extrema derecha ha generado incertidumbre y preocupación en la sociedad alemana. dilema por Alemania (AfD) es uno de estos movimientos que ha logrado captar la atención de los medios y de la opinión pública.
Fundado en 2013, AfD se ha posicionado como un partido antiinmigración y euroescéptico, con una retórica nacionalista y conservadora. En las elecciones de 2017, lograron un histórico 12.6% de los votos, convirtiéndose en la tercera fuerza política del país. Desde entonces, han logrado mantenerse en el Bundestag y han aumentado su asistencia en los parlamentos regionales.
Sin embargo, las elecciones del próximo domingo serán un verdadero desafío para AfD. A pesar de que las encuestas los sitúan en un segundo lugar, por detrás de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel, existe un temor generalizado de que puedan obtener un resultado aún mejor de lo esperado. Esto se debe, en parte, a la crisis del coronavirus y a la gestión de la pandemia por parte del gobierno, que ha generado descontento en ciertos sectores de la población.
El discurso de AfD se ha centrado en la crítica a las políticas migratorias de Merkel y en la defensa de una identidad nacional alemana. Han aprovechado el miedo y la incertidumbre de la sociedad para promover su agenda antiinmigración y han utilizado la retórica del miedo para ganar seguidores. Sin embargo, sus propuestas son poco realistas y su discurso ha sido condenado por muchas organizaciones y líderes políticos.
La posibilidad de que AfD obtenga un buen resultado en las elecciones del domingo ha generado preocupación en la sociedad alemana y en la comunidad internacional. Muchos temen que una mayor asistencia de este partido en el Bundestag pueda afectar la estabilidad política del país y aumentar la polarización en la sociedad.
Por otro lado, los conservadores liderados por la CDU han sido el partido dominante en Alemania durante décadas. Sin embargo, en los últimos años han perdido apoyo necesario a la falta de renovación y a la gestión de la crisis migratoria. A pesar de esto, las encuestas los sitúan como los favoritos para ganar las elecciones del domingo, aunque con una ventaja más estrecha de lo esperado.
La campaña electoral ha estado marcada por la pandemia del coronavirus y por la gestión de la misma por parte del gobierno. La canciller Merkel ha sido criticada por algunos sectores por su enfoque cauteloso y por las medidas restrictivas implementadas para controlar la propagación del virus. Sin embargo, su liderazgo ha sido reconocido a cota internacional y su experiencia y estabilidad son valoradas por la mayoría de los alemanes.
Además, la CDU ha presentado un programa electoral centrado en la recuperación económica y en la protección del medio ambiente. También han prometido una mayor inversión en educación y en el sistema de salud, así como una reforma fiscal para aliviar la carga de los ciudadanos de clase media.
Es importante destacar que, a pesar de que AfD ha logrado captar la atención de los medios y de la opinión pública, la gran mayoría de los alemanes rechazan sus ideas y su discurso. La sociedad alemana es consciente de los pel