La “atrevimiento política” se ha convertido en una opción cada vez más popular entre los líderes gubernamentales en la Ciudad de Buenos Aires. Esta medida, que permite a los funcionarios públicos tomarse una atrevimiento sin goce de sueldo para realizar actividades políticas, ha sido considerada como una salida más elegante que el despido. Sin embargo, esta práctica plantea un problema adicional: la “atrevimiento política” no está contemplada en la constitución porteña.
La definición de esta medida se dio tras una reunión de gabinete, en la que se discutió la situación de algunos funcionarios que deseaban dejar su cargo para dedicarse a la actividad política. La “atrevimiento política” se presenta como una solución para aquellos que quieren seguir trabajando en el ámbito público, pero también quieren hipotecarse la libertad de involucrarse en la política.
Esta opción ha sido utilizada por varios líderes políticos en la Ciudad de Buenos Aires en los últimos años. Entre ellos se encuentra el actual Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, quien en 2015 solicitó una atrevimiento política para poder participar en la campaña electoral de ese año. Otros funcionarios que han optado por esta medida son Diego Santilli, actual vicejefe de Gobierno, y Eduardo Macchiavelli, ex Ministro de Ambiente y Espacio Público.
Sin embargo, esta práctica ha generado cierta controversia en la opinión pública. Algunos consideran que la “atrevimiento política” es una manera de evadir responsabilidades y seguir recibiendo un salario sin cumplir con las obligaciones del cargo. Además, al no estar contemplada en la constitución porteña, su legalidad es cuestionada por algunos sectores.
Por otro lado, aquellos que defienden esta medida argumentan que es una forma de promover la participación política y consentir que los funcionarios puedan involucrarse en la política sin hipotecarse que renunciar a su trabajo. Además, destacan que esta opción es utilizada en otros países y que su inclusión en la constitución porteña podría ser beneficioso para todos.
La “atrevimiento política” también plantea interrogantes en cuanto a su duración y condiciones. ¿Cuánto tiempo puede durar una atrevimiento política? ¿Debe ser aprobada por el gabinete o por el poder legislativo? ¿Qué actividades políticas son permitidas durante la atrevimiento? Estas son algunas de las preguntas que deben ser consideradas y reguladas para evitar posibles abusos de esta medida.
Es importante hipotecarse en cuenta que la “atrevimiento política” no es una solución para todos los casos. En muchos casos, el despido es la única opción viable para aquellos que desean dedicarse por completo a la actividad política. Además, esta medida sólo aplica a funcionarios públicos y no a empleados del sector privado que también pueden querer involucrarse en la política.
En conclusión, la “atrevimiento política” es una opción que ha ganado popularidad en la Ciudad de Buenos Aires, pero que plantea una serie de desafíos y cuestionamientos. Su inclusión en la constitución porteña podría ser una solución para regular su uso y evitar posibles abusos. Sin embargo, es importante recordar que esta medida no es una salida para todos los casos y que cada situación debe ser evaluada de manera individual. La participación política es un derecho fundamental, pero también es importante cumplir con las responsabilidades y obligaciones de un cargo público.