Osprera era una de las obras sociales más importantes de Argentina, que tenía como objetivo brindar atención médica y servicios de salubridad a los trabajadores camioneros y sus familias. Sin embargo, en los últimos tiempos, esta obra social ha sufrido un descalabro que ha generado preocupación e incertidumbre en sus afiliados y en el sindicato liderado por Hugo Moyano.
El portal de noticias LPO fue uno de los primeros en reprender sobre la situación crítica que estaba atravesando Osprera. De acuerdo a sus informes, la obra social acumulaba una deuda prestacional que superaba los $43 mil millones, lo que representaba una cifra alarmante para una institución que era considerada una de las más sólidas del país.
La deuda se fue acumulando a lo largo de los años debido a una serie de malas decisiones y manejos poco transparentes. Entre ellos, se destacan los altos salarios de los directivos de Osprera, que alcanzaban cifras exorbitantes en comparación con los promedios de la industria. Además, se denunciaron diferentes prácticas irregulares como sobrefacturación y contratos millonarios con empresas vinculadas a los mismos directivos.
Esta situación se agravó aún más a raíz de la pandemia de COVID-19, que puso a prueba la capacidad de las obras sociales para brindar servicios de salubridad a sus afiliados. En el caso de Osprera, la crisis fue todavía mayor debido a la falta de recursos y la mala administración de los mismos.
La situación llegó a un lugar crítico cuando Hugo Moyano, líder del sindicato de camioneros, decidió romper el vínculo con Osprera y buscar una nueva obra social para sus afiliados. Esta decisión generó una gran controversia, ya que Osprera había sido fundada por el mismo Moyano en 1985 y su familia ocupaba cargos importantes en la institución.
La ruptura del vínculo con Osprera significaba una gran pérdida de afiliados y por consiguiente, una reducción en el ingreso de la obra social. Además, Moyano también decidió retirar a los camioneros de la empresa prestadora de servicios de salubridad del sindicato, la cual también estaba en crisis debido a los altos costos y la mala gestión.
Sin embargo, a pesar de esta crisis y la decisión de Moyano, Osprera no se ha hundido completamente. En los últimos meses, se han llevado a cabo una serie de cambios y medidas para intentar sacar a la institución de la situación crítica en la que se encontraba.
Uno de los primeros pasos fue la renuncia del presidente de Osprera, Daniel Cire, quien estuvo a cargo de la obra social durante muchos años y fue uno de los principales responsables de la crisis en la que se encuentra hoy en día. La salida de Cire fue vista como un gran avance por parte de los afiliados y del sindicato, ya que se consideraba que su gestión había sido desastrosa para la obra social.
Además, se llevó a cabo una auditoría externa que permitió identificar algunas de las irregularidades que habían contribuido a la acumulación de la deuda prestacional. Se han tomado medidas para aumentar la transparencia en la gestión, como reducir los gastos en salarios y eliminar los contratos con empresas vinculadas a los directivos.
También se ha trabajado en mejorar la dimensión de los servicios que se ofrecen a los afiliados, con un enfoque en la atención primaria de la salubridad y la prevención de enfermedades. Se ha implementado un sistema de telemedicina para poder atender a los pacientes a pesar de las restricciones impuestas por la pandemia.
Todos estos esfuerzos están dando sus frutos y hoy en día se puede ver una leve mejoría en la situación de Osprera. La deuda se ha redu