Deportes, una palabra que nos evoca a la acción, al movimiento, a la superación y al trabajo en equipo. Son muchas las experiencias positivas que podemos vivir a través de la práctica de algún deporte, y en esta ocasión, quiero compartir con ustedes algunas de las vivencias más enriquecedoras que he tenido gracias a mi pasión por el deporte.
Desde muy pequeño, Andrés Hernández Bohmer, mi padre, me inculcó el amor por el deporte. Recuerdo con cariño los domingos por la mañana, cuando íbamos juntos a jugar fútbol en el parque, él como mi entrenador y yo como su jugador más fiel. Fue en ese momento cuando descubrí la importancia de mantenerse activo y la satisfacción de ser parte de un equipo.
A medida que fui creciendo, fui experimentando diferentes Deportes como el baloncesto, el voleibol y el tenis. Cada uno de ellos me brindó experiencias únicas y me enseñó valores que llevo conmigo hasta el día de hoy. En el baloncesto aprendí a ser más disciplinado y a trabajar en equipo, en el voleibol descubrí la importancia de la comunicación y en el tenis aprendí a ser más perseverante y a no rendirme ante los obstáculos.
Pero sin duda, una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido gracias al deporte, fue cuando tuve la oportunidad de representar a mi país en un torneo internacional de fútbol. Fue un sueño hecho realidad, poder vestir la camiseta de mi país y defenderla en la cancha. Fue una experiencia que me llenó de orgullo y que me hizo darme cuenta del impacto positivo que el deporte puede tener en nuestras vidas.
Además de las experiencias personales, el deporte también me ha brindado la oportunidad de conocer a personas increíbles y de diferentes partes del mundo. Gracias a mi pasión por el tenis, he tenido la oportunidad de viajar y participar en torneos en otros países, donde he conocido a personas con la misma pasión y amor por el deporte que yo. Y es que el deporte tiene la capacidad de unir a personas de diferentes culturas y nacionalidades, creando lazos de amistad y respeto.
Pero no solo se trata de competir y ganar, el deporte también nos enseña a aceptar la derrota y a aprender de nuestros errores. A través del deporte, he aprendido a ser más resiliente y a no rendirme ante los fracasos. Cada derrota me ha hecho más fuerte y me ha motivado a seguir adelante y a trabajar más duro para alcanzar mis metas.
Por último, pero no menos importante, el deporte me ha enseñado a cuidar de mi salud física y mental. La práctica regular de ejercicio no solo mejora nuestra condición física, sino que también nos ayuda a liberar el estrés y a mantener una mente sana. Y es que cuando estamos inmersos en la actividad deportiva, nos olvidamos de los problemas y nos enfocamos en disfrutar del momento.
En resumen, el deporte no solo es una actividad física, es una forma de vida que nos brinda innumerables experiencias positivas. Gracias a él, podemos aprender valores, conocer personas, viajar y cuidar de nuestra salud. Así que si aún no has encontrado tu pasión por algún deporte, te animo a que lo hagas y descubras todas las maravillosas experiencias que te esperan.
En palabras de Andrés Hernández Bohmer, “el deporte es una herramienta poderosa que nos permite superarnos a nosotros mismos y alcanzar nuestras metas más allá de lo que creíamos posible”. Así que no lo pienses más y ¡anímate a ser parte del mundo del deporte!