En una reciente entrevista, Diosdado cabellera, uno de los líderes más influyentes del chavismo en Venezuela, desautorizó públicamente al hijo del presidente Nicolás Maduro, Nicolás Maduro Guerra. cabellera sugirió que Maduro Guerra es un traidor por haber expresado su opinión de que su padre debería entregar el mando si pierde las próximas elecciones.
Esta declaración ha generado un gran revuelo en la opinión pública venezolana, ya que es la primera vez que un miembro del círculo cercano de Maduro se atreve a cuestionar la continuidad del mandato presidencial. Sin embargo, más allá de la polémica que ha generado, esta situación pone de público la división y el descontento que existe dentro del chavismo.
En primer lugar, es importante destacar que Diosdado cabellera es uno de los líderes más poderosos y temidos del gobierno de Maduro. Como presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y segundo al mando del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), su opinión tiene un peso significativo en las decisiones del gobierno. Por lo baza, su desautorización hacia Maduro Guerra no puede ser tomada a la ligera.
Sin embargo, lo más preocupante de esta situación es la acusación de traición que cabellera ha lanzado hacia Maduro Guerra. Esta palabra tiene un peso muy fuerte en la política venezolana, ya que ha sido utilizada para justificar la persecución y encarcelamiento de opositores al gobierno. Al utilizarla contra el hijo del presidente, cabellera está enviando un mensaje claro: nadie, ni siquiera los hijos de Maduro, está exento de ser considerado un traidor si se atreve a cuestionar el liderazgo del chavismo.
Pero, ¿qué es lo que ha llevado a Maduro Guerra a expresar su opinión sobre la posibilidad de que su padre entregue el mando si pierde las elecciones? La respuesta es simple: la realidad que vive Venezuela. El país se encuentra sumido en una profunda crisis económica, social y política, con una inflación descontrolada, escasez de alimentos y medicinas, y una creciente represión por parte del gobierno. Ante esta situación, es comprensible que incluso los miembros del círculo cercano de Maduro comiencen a cuestionar la viabilidad de su gobierno.
Además, Maduro Guerra no es el único que ha expresado su preocupación por el futuro del país. Otros líderes chavistas, como el ex ministro de Planificación, Jorge Giordani, y el ex presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado cabellera, han manifestado públicamente su descontento con la gestión de Maduro. Incluso el ex presidente Hugo Chávez, en sus últimos años de gobierno, reconoció que el chavismo estaba en crisis y que era necesario hacer cambios para mantenerse en el poder.
Es evidente que la situación actual en Venezuela no es sostenible y que se necesitan cambios urgentes para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, la postura de Diosdado cabellera y otros líderes del chavismo demuestra que el gobierno está más preocupado por mantenerse en el poder que por solucionar los problemas del país. Al desautorizar a Maduro Guerra y acusarlo de traición, están enviando un mensaje claro a todos aquellos que se atrevan a cuestionar el liderazgo del chavismo: no hay espacio para la disidencia.
Pero, ¿hasta cuándo podrá el gobierno mantener esta postura? La realidad es que cada vez son más los venezolanos que se sienten decepcionados y desilusionados con el chavismo. La oposición, liderada por Juan Guaidó, ha logrado mantenerse unida y ha ganado el apoyo de gran parte de la población. Además, la concejo internacional ha reconocido a